Málaga instala su primer observatorio marino para estudiar el cambio climático y el Mar de Alborán

Málaga ya cuenta con su propio observatorio marino, que estudiará la biodiversidad de las aguas malagueñas, el impacto del cambio climático en esta y las particularidades del Mar de Alborán.

Esta infraestructura científica recibe el nombre de 'Observatorio Marino en Tiempo Real (Mareto)', y sitúa a la capital como una ciudad pionera en la observación marina a nivel europeo. 

El Mareto ofrecerá datos oceanográficos e imágenes en tiempo real de enorme utilidad para investigaciones de diversa índole, de forma que contribuirá notablemente a la mejora de los estudios sobre la biodiversidad litoral y urbana.

La infraestructura científica se instalará este jueves, a 16 metros de profundidad, en la Bahía de Málaga, concretamente en la zona de los Baños del Carmen y estará conectada con el nuevo edificio del Centro Oceanográfico de Málaga IEO- CSIC en el Muelle de San Andrés.

Un proyecto que ha sido impulsado por el Ayuntamiento y forma parte del proyecto LifeWatch Alborán cofinanciado con fondos FEDER y se lleva a cabo junto al Instituto Español de Oceanografía. 

"Es importante recalcar la importancia de este proyecto, para la oceanografía europea. Vivimos en un momento en el que la población se muda a zonas costeras y esto tiene un impacto humano en el mar", explica Manuel Vargas, investigador del Centro Oceanográfico de Málaga (IEO- CSIC).

Este observatorio submarino está cofinanciado con cargo al Programa Operativo Plurirregional de España FEDER 2014-2020 en un 80%. El importe del proyecto ha sido de 404.450 euros.

La infraestructura científica se instalará a 16 metros de profundidad, en la zona de los Baños del Carmen

Objetivos

El proyecto Mareto consiste en el desarrollo, despliegue e implantación de un observatorio submarino equipado con sensores que permitan la obtención de datos oceanográficos y meteorológicos en tiempo real, que contribuirá a la mejora de la biodiversidad litoral y urbana a través de operaciones de investigación y ciencia ciudadana. 

Todo ello se realizará de forma continúa y a tiempo real, en colaboración con instituciones especializadas en el ámbito marino y conservación de la naturaleza, mediante operaciones que respondan a problemáticas concretas.

Este Observatorio Marino obtendrá datos del mar de Alborán, con una infraestructura que permitirá capturar información de interés no solo científico, sino que sea directamente accesible y atractiva para el ciudadano: "Queremos conocer las particularidades del Mar de Alboran. Unos datos que se harán publicos a los ciudadanos", afirma el investigador del Centro Oceanográfico de Málaga (IEO- CSIC). 

El importe del proyecto ha sido de 404.450 euros

Conocer cómo afecta el cambio climático a las aguas de Málagaes uno de sus fines principales: "El cambio climático no afecta de la misma manera, por ello queremos ver cómo afecta en las aguas de Málaga", recalca Manuel Vargas. 

Además de este equipamiento, Mareto es una plataforma científica abierta a ser utilizada por otros equipos de investigación interesados, donde se podrán plantear distintos proyectos que, haciendo uso del observatorio, instalen de forma provisional o definitiva otro equipamiento. 

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Algunos de esos posibles usos complementarios son estudios de la sedimentación marina; estudios de sismografia; los flujos de CO2; poblaciones de peces por imágenes, poblaciones de cetáceos por sonido e imágenes: corrosión electroquímica, y pruebas de sensores marinos.

Cómo funciona esta infraestructura

La infraestructura está constituida por una boya en superficie y una estructura en profundidad que permitirá la protección de los distintos equipos que irán instalados en su interior.

Su accesibilidad y la calidad del agua, en cuanto a una turbidez moderada en función de las condiciones meteorológicas, permite tanto la colocación de la boya, como de las cámaras que registrarán la actividad de especies marinas, proliferación de algas y otros organismos 

Mareto se compone de un nodo terrestre, que monitoriza y controla; y de un nodo marítimo. Este último está formado por un nodo marino en superficie, compuesto por la boya, sus equipos, los elementos de lastre donde se amarra la boya, los amarres, la alimentación entre la boya y el nodo submarino y el sistema de protección de este cable para evitar roturas; y un nodo submarino, compuesto por la estructura protectora y los equipos que están dentro de la misma.

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La comunicación del nodo marino con el nodo terrestre se realiza a través de radio-comunicación y la alimentación de los equipos de este nodo se realiza por medio de energía fotovoltaica generada por 12 placas solares situadas sobre la boya.

"El cambio climático no afecta de la misma manera, por ello queremos ver cómo va a afectar a las aguas de Málaga"

El nodo submarino se compone de los siguientes elementos:

• Cámara de vídeo: La cámara permitirá obtener imágenes en tiempo real, lo que permitirá crear un sistema de videovigilancia de la plataforma y un sistema de control de especies marinas. Las imágenes estarán disponibles en tiempo real en la web del proyecto, de manera que cualquier ciudadano interesado podrá acceder a esta información.
• Hidrófono: La instalación de un hidrófono de banda ancha permitirá la grabación del sonido en las inmediaciones del observatorio. Será capaz de discriminar entre las señales naturales y las antropogénicas. Del mismo modo que las imágenes, el sonido estará disponible y abierto en la web del proyecto. Además, con el uso del hidrófono se podrá obtener información, por ejemplo, de las poblaciones de cetáceos.
• CTD (Conductivity- Temperature Depth): El CTD es un instrumento oceanográfico que registra en continuo temperatura, salinidad y presión. Además, está dotado con otros sensores para medir variables como el oxígeno disuelto y la fluorescencia. Como el resto de los equipos, la información que genere se mostrará en la web de forma inmediata, lo que permitirá a cualquier ciudadano conocer, por ejemplo, cuál es la temperatura exacta del agua de mar.
• Correntómetro: Permite conocer en cada instante la intensidad y la dirección de la corriente marina. Se trata de un perfilador de corrientes con un sistema para medir las olas. Es capaz de medir la velocidad y dirección del agua desde el fondo hasta la superficie.

Mareto, después de su fase de pruebas, entrará en funcionamiento en un par de semanas y los datos e imágenes generadas serán procesadas y analizadas por los equipos de investigación del IEO-CSIC, tras lo que se volcarán en la web del proyecto que estará disponible próximamente.