Málaga empezará en 2025 la rehabilitación de un corralón que fue propiedad de Emilio Prados

Hace unos días, el Ayuntamiento de Málaga anunció que ha iniciado el proceso para expropiar, por casi dos millones de euros, un edificio de estilo regionalista en el barrio de la Victoria, entre la plaza de Mendizábal números 3 y 5, y la calle Puerto Parejo, número 18.

Se trata de un corralón que perteneció al malagueño Emilio Prados y, precisamente por ello, en Málaga se conocía a esta edificación como la «Casa de los Prados».

La historiadora malagueña Mari Pepa Lara lo recoge en una investigación sobre la obra de Daniel Rubio Sánchez, el arquitecto que diseñó el inmueble y que se inició en 1925. «El 31 de enero de 1927 Emilio Prados se dirigía en una instancia al arquitecto jefe del catastro comunicándole que, acababa de edificar un edificio de nueva planta, adjuntando certificado de Daniel Rubio, director de las obras, y el recibo de la solicitud al ayuntamiento, pidiendo permiso para alquilar», explica Lara en Daniel Rubio Sánchez. Tercera época: Málaga (1922-1968).

El edificio pertenecía a la Sociedad «Prados Hermanos», incluyendo a Emilio, a José y a Eduardo Prados y tras el fin de su construcción, el poeta se dirigió al Ministerio de Trabajo para solicitar exenciones fiscales por haber construido una edificación con las características de lo que la legislación definía entonces como «Casas baratas».

Lara señala en su estudio que Prados pedía la «exacción de tributos durante el primer año de haber sido terminado la construcción, y el pago de la mitad de la contribución urbana correspondiente, y de los arbitrios municipales que se impusieran sobre la propiedad durante quince años, puesto que, el alquiler que se impondría sería reducido, ya que muchas familias, por su especial situación económica, no podían adquirir una vivienda. Por ello, esperaba se le concediera la cualidad de ‘casa Barata’ al mencionado edificio».

Estado ruinoso

Actualmente, tanto el exterior del edificio como su interior se encuentran en un estado ruinoso, con pasillos apuntalados y alguna vivienda clausurada que ha requerido la intervención de oficio del consistorio para asegurar la habitabilidad del inmueble, donde siguen residiendo una veintena de familias. Todo ello pese a que el inmueble cuenta con protección arquitectónica grado I.

«Hubo un momento de descontrol, de mucha okupación irregular, se produjeron incendios y a partir de ahí es cuando se actuó por parte de la Gerencia de Urbanismo de forma subsidiaria en colaboración con el IMV», explica el concejal de Vivienda, Francisco Pomares. «Se rehabilitó para las familias que aún viven ahí, se cambió el sistema eléctrico y hay fachadas apuntaladas. El edificio está para rehabilitar entero».

Expropiación

El consejo de Urbanismo aprobó la semana pasada la expropiación del edificio, que se rehabilitará para hacer viviendas para personas mayores, en un formato similar al funcionamiento del Corralón de Santa Sofía.

Se habilitarán 20 viviendas que gestionará el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), a través de alquileres asequibles, para lo que hay que inscribirse como demandante.

En cuanto a las familias que siguen viviendo allí, según explica el concejal de Vivienda, solo tres cuentan con un alquiler de renta antigua y, al ser personas ancianas, se les ofrecerá la posibilidad de reubicarse en el mismo edificio una vez este se rehabilite. El resto de viviendas están okupadas aunque Pomares insiste en que el IMV también reubicará a estas familias, aunque no concreta cómo ni dónde. En esta línea, algunos vecinos relataron a este periódico que tras morir la propiedad del edificio, pasaron a una situación irregular después de más de una década residiendo en el edificio y pagando alquiler.

Proyecto

El Instituto Municipal de la Vivienda cuenta ya con un proyecto de rehabilitación para el edificio con un presupuesto previsto de cuatro millones de euros.

Una vez que culmine la expropiación, que depende de la Gerencia de Urbanismo, Vivienda podrá solicitar la licencia de obras y licitar los trabajos de rehabilitación, que esperan empezar entre finales de 2024 y principios de 2025.

La edificación conserva un pozo en el patio central y unos antiguos lavaderos en la azotea que aparecen integrados en el proyecto de rehabilitación. Además de la veintena de viviendas, se habilitarán despachos, una sala de usos múltiples, lavandería y otras zonas comunes.

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