La Diputación aprueba un proyecto de 15,5 millones de euros para mejorar el control del consumo del agua en 71 municipios

La Diputación de Málaga sigue dando pasos encaminados a atenuar las fugas de un bien cada vez más preciado como el agua, que se producen a lo largo y ancho de la provincia. La institución supramunicipal ha aprobado por unanimidad, en su pleno ordinario de enero, un proyecto de 15,5 millones de euros para mejorar el control del consumo del agua en 71 municipios malagueños. De esta apuesta por la digitalización se beneficiarán pequeñas localidades con una gestión municipal del líquido elemento y que suman entre todos una población de 145.000 habitantes. La idea de la que parte es que la implantación de sistemas digitales permitan "monitorizar y optimizar" el aprovechamiento de los recursos hídricos, convertidos prácticamente en una época de tenaz sequía como la actual en una 'especie en peligro de extinción'.

Esta iniciativa ha sido bautizada como 'Málaga Aqua Rural 5.0' y recibió los votos a favor del Equipo de Gobierno del PP y de los representantes en la oposición del PSOE, Vox y la confluencia de izquierda Con Málaga. En relación a la financiación de estas actuaciones, el vicepresidente primero de la institución y responsable de Infraestructuras y Territorio Sostenible, Cristóbal Ortega, explicó que el proyecto "ha sido presentado a la segunda convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de digitalización del ciclo integral del agua proyectos de mejora de la eficiencia del ciclo urbano del agua, financiado con fondos europeos Next Generation, y se ha solicitado una ayuda económica de 10 millones de euros".

Fugas de agua

Sin ir más lejos, la Diputación ya realizó el año pasado un estudio en 74 municipios y "detectó que se pierden 20.500 metros cúbicos al día, lo que supone 7,45 hectómetros cúbicos anuales, con los que se podría abastecer a una población de 100.000 habitantes durante todo un año". "Por eso, es prioritario mejorar el control de tuberías, canalizaciones y depósitos para evitar que se despilfarre o no se controle el agua", expuso Cristóbal Ortega.

El agua que se pierde en la provincia de Málaga abastecería a una ciudad de 100.000 habitantes

En esta nueva línea de trabajo se ha implicado el Consorcio Provincial del Agua de Málaga, dependiente de la Diputación y que presta servicios de conservación en 45 depuradoras en la provincia. Según explicó Ortega, "el proyecto contempla tres tipos de actuaciones: por un lado, elaborar planes que faciliten la eficiencia del ciclo integral de agua y la adaptación al cambio climático; por otro, llevar a cabo intervenciones específicas de mejora de la digitalización en el control del consumo del agua; y, por último, diseñar una plataforma y un portal web con sistemas de información y herramientas digitales útiles para los gestores y abiertas a la ciudadanía".

El grueso de los 15,5 millones que costaría se los lleva el apartado dedicado a la digitalización propiamente dicha, que sumaría 12,9 millones de euros "y contempla el equipamiento tecnológico en captaciones municipales para monitoreo, niveles, caudales, presión y calidad del agua; y el monitoreo de la salida de los depósitos y el control de fugas en infraestructuras municipales de abastecimiento de agua potable", segun detalló Ortega. "También se contempla la implantación de un plan piloto para la instalación de contadores de telelectura y la aplicación de soluciones de telegestión en las estaciones de bombeo y estaciones depuradoras de aguas residuales", añadió.

Otra vez la confrontación

Como de costumbre, acuerdos por unanimidad como este convivieron con otras muchas votaciones en las que -más allá de la cómoda mayoría absoluta de los populares- reinó la discrepancia. El Pleno de la Diputación de Málaga fue utilizado, una vez más, como el tapete en el que el PP y el PSOE vuelcan el habitual 'y tú más' con el que se reprochan constantemente las gestiones del Gobierno central de Pedro Sánchez, por un lado, y del Gobierno andaluz de Juanma Moreno, por otro. Nuevamente, afloró por momentos la confrontación entre los dos grandes eslabones del bipartidismo, con los dos representantes de Vox y el diputado de la confluencia de izquierda 'Con Málaga' como testigos directos.

Por ejemplo, el grupo popular presentó sendas mociones dirigidas a dejar en evidencia al Ejecutivo nacional progresista, una vez que reclamaban respectivamente un incremento de los efectivos en la provincias de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o exigían un plan para la estabilización de las playas de la provincia.

Y, por su parte, el PSOE puso el foco como otras tantas veces en la gestión que en materia de sanidad o educación hace el PP en la Junta de Andalucía. Una de sus diputadas, Patricia Alba, criticó que los populares se desentendiesen en el pleno de la Diputación de los problemas de las familias afectadas por los cierres de los colegios Domingo Lozano e Intelhorce en la capital o que "también votaran en contra de instar a la Junta a resolver de forma urgente los graves problemas en los comedores escolares de los CEIP Los Prados, San Sebastián de Archidona y La Fuensanta de Pizarra.

Igualmente, el viceportavoz del PSOE, Pepe Bernal, sostuvo al defender una moción en materia de sanidad que "la estructura completa de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha caído porque no quiere ser cómplice de la aniquilación de la sanidad que está llevando a cabo Moreno Bonilla". Asimismo, el portavoz socialista, Josele González, lamentó que "el PP vote en contra de una moción que reclama a la Junta de Andalucía que impulse la construcción del centro sociosanitario de Ronda que Moreno Bonilla prometió".