Trasladan la estatua del Padre Arnáiz por las obras del metro de Málaga

Al igual que ocurrió con la fuente de las Tres Gitanillas, las obras del metro de Málaga vuelven a exigir el traslado de figuras asentadas en la vía pública con el objetivo de liberar el espacio para las excavaciones.

En este caso, le ha tocado el turno a la estatua del Padre Arnáiz, un monolito inaugurado en el año 2005 y que ya se había mudado una vez de localización. Con el inicio de los trabajos de prolongación de la línea 2 desde la estación Guadalmedina hacia la calle Hilera, resultaba imprescindible su traslado debido a que se encuentra justo en el trazado que seguirá la extensión de la vía.

La operación ha arrancado esta mañana antes de las 10 horas y ha tardado en torno a una hora y media. Los operarios han requerido de una grúa y un camión de gran porte para levantar la estatua, con un peso de 25 toneladas, y volver a posarla en su nueva ubicación.

Una vez se ha elevado la escultura, se ha colocado sobre un vehículo de grandes dimesiones que lo ha trasladado al otro extremo de la plaza de Albert Camus, frente a Callejones del Perchel.

Durante todo el proceso, han estado presente varias personas miembros del Patronato del Padre Arnáiz, que han aprovechado para tomar fotos y han seguido el traslado de la estatua del sacerdote jesuita Tiburcio Arnáiz.

Este cambio de ubicación es provisional, mientras duran las obras del metro, aunque tampoco se descarta que la mudanza sea permanente.

¿Quién fue Tiburcio Arnáiz?

El padre Tiburcio Arnaiz Muñoz fue un jesuita procedente de Valladolid -nacido en agosto de 1890- que estableció su residencia en Málaga, pese a que a lo largo de su vida realizó numerosas misiones en diferentes puntos de España -estuvo unos años destinado en Cádiz-.

El sacerdote jesuita pretendía llegar a los analfabetos, a las aldeas y cortijos donde se producía el mayor abandono cultural. En esta incansable labor en la que puso un gran empeño surgieron las Misioneras de las Doctrinas Rurales. En ellas, no solo elevaba el nivel cultural y religioso, sino que al mismo tiempo también colaboraba con centros como el Hospital Civil o San Juan de Dios, asistiendo a enfermos y necesitados.

La intensa vida, la dificultad de sus misiones y sus largos viajes hicieron que cayera enfermo en verano de 1926. En julio de dicho año, el padre Arnaiz fallece y es enterrado en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, donde permanecen desde entonces sus restos. Actualmente es un lugar de peregrinaje para sus devotos.

En 2018 fue nombrado beato, en un acto celebrado en la Catedral de Málaga, al que asistieron alrededor de 8.500 personas procedentes de toda la provincia de Málaga, así como de Granada, Cádiz, Cáceres Córdoba, Álava, Madrid, Almería, Sevilla, Ávila, Santa Cruz de Tenerife, Jaén, Castellón, Badajoz, Melilla, Ciudad Real, Toledo y Valladolid.