Precios

El precio del aceite continúa su escalada y aumenta más de un 80% en lo que va de año

El sector agrario en la provincia tranquiliza al consumidor, ya que espera una próxima cosecha bastante más productiva y que pueda aliviar la tensión de precios de estos dos últimos años

El aceite de oliva virgen extra mantiene su escalada de precios.

El aceite de oliva virgen extra mantiene su escalada de precios. / L. O.

Fran Extremera

Fran Extremera

Las abundantes lluvias de este mes de marzo también van a poder repercutir favorablemente en el bolsillo de los hogares, a través de un producto de consumo masivo como es el aceite de oliva. En el último año, el virgen extra ha subido otro 80%, por lo que en el acumulado ya casi triplica el precio de hace tres años, pero se espera que la próxima cosecha de aceitunas sea mucho más abundante que la recién terminada y este factor permita aliviar de una vez tanta tensión.

Según varios olivareros de la zona de Antequera consultados por este periódico, todos pertenecientes al gigante español del aceite de oliva, Dcoop, las fincas podrían recuperar más de la mitad de la productividad perdida a lo largo de los próximos meses. Las lluvias han sido abundantes en comparación al invierno recién terminado e incluso se espera como «agua de mayo» esa previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que anuncia una primavera más lluviosa de lo normal.

Para el grupo agroalimentario Dcoop, el año 2023 se cerraba con una facturación récord de 1.500 millones de euros, gracias en buena parte a la diversificación de sus productos (con la entrada de los frutos secos, por ejemplo), pero sobre todo porque la escasez en kilos se compensaba con esa subida en el precio del aceite. Hasta diciembre pasado el incremento de los precios a 12 meses rondaba el 60%. La escalada no ha dejado de tirar hacia arriba, por esa referida falta de materia prima y la llegada de nuevos mercados a la caza del cada vez más preciado «oro líquido».

Los portavoces de Dcoop recuerdan que esta reciente cosecha se cerrará difícilmente con más de 700.000 toneladas producidas, frente a los 1,4 millones de toneladas que solían alcanzarse antes de que 2022 marcase el inicio de la peor sequía «que se recuerda en décadas». Esta coyuntura ha dejado las almazaras con falta de aceite a las primeras de cambio y así se ha disparado el precio.

Hace 24 meses el litro de aceite de oliva partía de unos cuatro o cinco euros. A estas alturas, con los precios al consumidor por las nubes, no son pocas las cadenas de alimentación y supermercados que han optado por retirar el aceite de los expositores, como si de perfumes se tratase, o bien han incorporado sistemas de alarma porque el robo de botellas de virgen extra empezó a proliferar en todas estas superficies medianas o grandes.

Regla de la oferta y la demanda

El director general de Dcoop, Rafael Sánchez de Puerta, incide en que su grupo ha alcanzado ya las 200 cooperativas y los más de 75.000 agricultores asociados, que representan el 9% de los que figuran en los registros oficiales en España. Un gigante que cada vez tiene más presencia en mercados tan exigentes como los de EEUU o China.

El crecimiento de estos nuevos destinos para el virgen extra con punto de partida en Antequera también puede incidir en que se destensionen o no los precios. El consumidor final siempre tendrá que convivir con la regla de la oferta y la demanda. Por ejemplo, la Junta cifraba en unos 330 millones de euros la facturación por ventas de aceite sólo durante el primer semestre de 2022. Pues para dar a conocer el peso de Dcoop cabe subrayar que más de 100 millones, de ese montante total, los aportaba la macrocooperativa con sede en suelo malagueño.

Por su parte, sindicatos agrarios en la provincia como Asaja, COAG o UPA tampoco se atreven a apuntar cuánto bajará, si es que finalmente baja, el precio del aceite cuando vuelvan cosechas del calibre de las que hubo antes de la pandemia. Será una cuestión a evaluar casi «de mes en mes».