‘Chernóbil’: el skate park más peligroso

Aunque la pista de patinaje homenajea, por un acuerdo del pleno, a David Lamas López ‘Nono’, un as malagueño del monopatín fallecido en 2011, la cercanía de este equipamiento deportivo, el Skate Park de Torre Atalaya-Colonia de Santa Inés, con la maraña de torres eléctricas de la subestación de Los Ramos ha hecho que sus usuarios lo conozcan popularmente como ‘Chernóbil’.

El paso del tiempo no le ha sentado nada bien, por eso en nuestros días este ‘Chernóbil’ malagueño también podría evocar una pista deportiva de la abandonada ciudad ucraniana.

Construida hace algo más de 20 años junto a la Laguna de la Barrera por una empresa cuya especialidad era construir viviendas y no instalaciones deportivas, hoy está tomada por las grietas y desperfectos, además de ser víctima del vandalismo.

Por eso, caerse en Chernóbil suele suponer «quemaduras en la piel, contusiones y en el peor de los casos y que alguna articulación esté doblada en el momento de la caída, fisuras y roturas», recordaba en una carta al distrito del Puerto de la Torre Ricardo López, en representación de la comunidad de patinadores del distrito.

La moción

El pésimo estado de este skate park será debatido el próximo lunes en la Comisión de Urbanismo, Movilidad y Seguridad, de la mano de una moción que presentará el grupo municipal Con Málaga, cuya concejala portavoz, Toni Morillas, visitó las instalaciones hace unos días.

La moción, que critica la situación «semirruinosa de la pista» y la falta de conservación por parte de la Gerencia de Urbanismo, pedirá en primer lugar «lo antes posible y con suficiente consignación presupuestaria, un proyecto de remodelación integral». En segundo lugar, que mientras esta obra llega «se arreglen los desperfectos y se realice una mejora general de las instalaciones».

El tercer y último punto insta al equipo de gobierno a efectuar un «plan de mejora» para este tipo de instalaciones de la capital así como a planificar nuevas y a promocionar estas prácticas.

«Cae al suelo seguro»

«En estos años las reparaciones han corrido de nuestra parte, de acercarnos al Bricomat o a una ferretería y comprar sacos de cemento para arreglar lo que hemos podido, pero eso no es profesional, dura dos meses como mucho», explica a La Opinión Paco Jiménez de 28 años, usuario desde hace 15 de esta pista de patinaje, además de diseñador de skate park.

Como explica, los patinadores que frecuentan ‘Chernóbil’ conocen su traicionera ‘orografía’ «y ya sabemos cómo patinar», pero si alguien lo utiliza por vez primera, «cae al suelo seguro, sobre todo porque no conoce las grietas o un boquete que hay en una rampa y no te lo esperas».

Paco Jiménez hace hincapié en el tamaño de las grietas, «algunas de cuatro o cinco dedos», cuando las ruedas de su monopatín -el deporte que practica- «tiene dos dedos» y las de los patinadores en línea son «mucho más chicas».

A este respecto, como recordaba en su carta al distrito Ricardo López, las grietas son «tan grandes como profundas» y si «a un skater le encaja una rueda» se produce un accidente «que hace que se frene de golpe y el patinador salga disparado».

Con respecto al vandalismo, evidenciado durante la visita de Toni Morillas en forma de litronas, basura y escombros dentro o en las cercanías, Paco Jiménez cuenta que en la pista ha visto de todo, «desde gente metiéndose cosas a otros sacando un cuchillo».

En su opinión, ayuda poco emplazar estas pistas en lugares aislados, «apartados en una esquinita», debido a una visión errada que en Andalucía asocia estos sitios con la delincuencia, «al contrario que en el norte de España, donde en cada barrio hay un skate park». Por eso, está convencido de que si se construyeran dentro de los cascos urbanos y con iluminación adecuada, «nadie tendría el valor ni de abrir una cerveza».

Hablando de la iluminación, por cierto, cuenta que los patinadores presionaron lo suyo hasta conseguir que el Ayuntamiento instalara dos farolas, «cada una con tres focos pero si digo que ahora mismo de los seis funcionan tres me pillo los dedos».

Para este diseñador de skate park, el dedicado a David Lamas López ‘Nono’ debería tener una segunda vida bien restaurado «y con dos o tres módulos más situados estratégicamente». Y sin grietas ni boquetes. El Ayuntamiento decidirá la próxima semana.

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