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Resurrección anticipada en Butarque (0-3)

Dos goles de penalti, convertidos por Vadillo y Antoñín, más el tanto final de Sekou Gassama insuflan calma en el equipo de Guede

Mar Bianchi

Mar Bianchi

La resurrección se adelantó unas horas. Ha tardado en llegar e incluso se ha temido lo peor en alguna ocasión, pero con Guede en el banquillo, el Málaga está a punto de asegurar un fin de temporada medianamente tranquilo. La victoria en Butarque (0-3) ratifica lo bueno que se vio ante el Valladolid y, sin duda, servirá de impulso para el resto de partidos que quedan hasta que concluya la fase regular de Segunda. 

Con los equipos de atrás pisando los talones, Guede no podía fallar en su segundo duelo al frente del buque malaguista ante un Leganés cómodo en la parte media de la clasificación, pero que sigue soñando con algo más mientras los números no digan lo contrario. 

El balón deambuló durante gran parte del primer acto por el centro del campo. Pepineros y boquerones iban turnándose la posesión del esférico, prácticamente sin llegadas peligrosas al área rival. Eso sí, la primera opción que tuvo Antoñín pudo convertirse perfectamente en el 0-1 para el equipo de Guede. Desde la banda izquierda, Jozabed asistió al jugador malagueño, que superó a Nyom para tirar a portería, pero el guardameta local terminó atajando. 

El conjunto malacitano volvió hacer gala de una buena organización defensiva, compacto atrás para inhabilitar a los de Nafti. Además, Genaro y Febas fueron los encargados de dar ritmo y movilidad al juego del Málaga. Mientras, Vadillo o Antoñín esperaban poder desmarcarse desde las bandas para ser más profundos y atacar. 

El Leganés sudó para encontrar un hueco y hasta el final de la primera mitad no tuvo una ocasión real. Fue el exmalaguista Recio quien estuvo a punto de hacer daño en el área malaguista, pero la jugada quedó en nada. La acción continuó con un córner para los pepineros, pero finalizó en las manos de Dani Martín. 

Sin mucho más, los jugadores se marcharon al vestuario y en la reanudación del choque en Butarque, el Málaga se mantuvo fiel a las ideas con las que había salido desde el pitido inicial. Quedaba todo por decidir y el equipo de Guede necesitaba sumar un buen resultado para ratificar la mejoría vista ante el Valladolid y no acortar las distancias con los puestos de descenso. 

La suerte, esa que casi nunca sonríe al Málaga CF, se tiñó de naranja porque de blanco y azul ya vestía el Leganés. En el minuto 56, Omeruo cometió un penalti muy claro sobre Antoñín, Vadillo fue el encargado de lanzarlo y envió el balón al fondo de la red (0-1). Quedaba mucho por delante, pero por segunda jornada consecutiva el Málaga se adelantó en el marcador. 

No habían pasado ni cuatro minutos cuando se volvió a repetir el mismo escenario. Otra vez Omeruo cometió falta dentro del área, en esta ocasión un manotazo y un pisotón a Jozabed. Ahora fue Antoñín el encargado de convertir la pena máxima en el segundo gol malagueño. Un 0-2 que esta vez no se podía escapar, quedaba media hora de encuentro para amarrar la victoria. 

El ‘Lega’ no iba a rendirse y salió hacia adelante para acortar distancias. Arnaiz se plantó frente a Dani Martín y lanzó un balón que parecía ya dentro de la portería blanquiazul. Pero el guardameta despejó y en el rechace Peybernes sacó el balón de territorio boquerón. Poco después, después del pase de Rubén Pardo, Sergio González remató de cabeza, aunque el esférico se marchó desviado por la derecha. 

Había que aprovechar que el viento que corría en Butarque ahora era a favor de los intereses de los hombres de Guede. Todo iba rodado y Dani Martín volvió a salvar un balón peligrosísimo

Incluso con la ventaja en el marcador, el Málaga no dejó de correr, de presionar y de hacer más daño a los pepineros. El equipo lo dio todo y tuvo su recompensa. Paulino y Sekou, que llevaban pocos minutos en el terreno de juego, galoparon hacia el área del ‘Lega’, dejaron atrás a los defensas rivales, el santanderino condujo, la descargó en el hispanosenegalés y la ‘Pantera’ volvió a rugir. El Málaga firmó el 0-3 a falta de cinco minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario

Los malacitanos cerraron líneas en defensa y trataron de salir en cuanto fuese posible mientras llegaba el final del encuentro. Y así llegó la primera victoria de la ‘Era Guede’, determinante para el presente y el futuro inmediato del club, ese ansiado punto de inflexión y una enorme alegría para malagueños y malaguistas. 

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