Opinión | El palique

Bastón perdido

Imagen de las calles de Málaga tras entrar en vigor los nuevos límites de velocidad de 30km/h

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Uber acaba de publicar un informe acerca de los objetos que más se deja la gente en sus coches. Hay ciudades más olvidadizas que otras y lo más recurrente es dejarse el móvil, unas llaves, algún documento. Y la mascarilla. Pero lee uno la noticia con atención y encuentra que en un vehículo unos jóvenes se han olvidado «del bastón de la abuela». Joder. Ese conductor tiene una entrevista. Hay que localizarlo. Que lo cuente todo. Aunque bien mirado a quien hay que localizar es a la abuela, que anda sin bastón la pobre. Mejor dicho, que no puede andar. ¿Cómo es un bastón de abuela?, ¿era un regalo?, ¿dónde está, no ya la abuela, el bastón? Se cuenta mucho de gente que se ha olvidado en un taxi una tesis doctoral e incluso a un pariente pero dejarse el bastón de la abuela debería estar castigado en el Código Penal. Tal vez se llevaron el bastón de juerga, venga bares, venga gin tonics, el bastón ciego perdido. El bastón bailando. El bastón ligando. Estudias o te apoyas. O a lo mejor iban a visitar a la abuela a la residencia o a su casa y el bastón era un regalo. O el bastón era lo último que la pobre abuela tenía ya en casa desde que la largaron al asilo. Se empieza no cuidando a los abuelos y se acaba maltratando al bastón.

Cuando un general romano volvía triunfante de alguna expedición traía el bastón adornado con hojas de laurel. Entre los babilonios nadie salía de casa sin llevar un bastón, que en el remate llevaba el símbolo de la familia. Los bastones tienen tres partes; empuñadura, cuerpo y contera. La contera ha de ser de un material que permita mucho rozamiento para incrementar la fijación al suelo, por ello suelen ser de caucho.

Se nos va la columna por el lado del bastón, necesita apoyo, pero vemos que puede usted querido lector, aprender más de abuelas que de bastones merced a este escrito o bastonero o bastunante.

El bastón es un objeto muy literario y daría para greguerías de Gómez de la Serna o para uno de esos ‘aerolitos’ de Carlos Edmundo de Ory; tal vez de apoyo para un ángel de Pérez Estrada o para un ‘escolio’ de Nicolás Pérez Dávila. Hay un cementerio de bastones y bastones de mando, bastones horteras y bastones cuya empuñadura representa la cabeza de un perro. Un aforismo con bastón nos da apoyo. Si el aforismo lleva bastón es que está viejo. Un joven con bastón es una contradicción o un dandy. Un bastón que no da abasto. Basta de bastón. No se pierda.