Opinión | LA SEÑAL

Siempre los mismos muertos

Ni aquí abajo estamos seguros. Biden va por la vida metiendo miedo, ahora asegura que «el armagedón nuclear está más cerca que nunca», ¡uuhh, que viene el lobo! A los apocalípticos y asustaviejas ya se sabe, les va el aterrorizar, como a algunos gobiernos que, gracias a eso, el terror, gobiernan. Por ejemplo, la banda de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, en Nicaragua. Como dice el novelista, y ex sandinista, Sergio Ramírez, el Papa ha callado en Nicaragua con un obispo detenido. Claro, para no incomodar al dictador comunista. Uno y otro se entienden. Pero volviendo al cowboy, el FBI señala por delito fiscal a Hunter Biden, ¡a buenas horas, mangas verdes! Eso sí, ahora los USA creen que Ucrania atentó contra la hija del asesor de Putin, después dirán quiénes volaron el puente de Crimea. Hombre, los ucranianos no son Caperucita Roja y los rusos el Lobo Feroz.

Otrosí. Hay que decirle a Vox que su protesta contra el concierto de Samantha Hudson en Fuengirola no tiene ningún sentido, como no sea el de la censura. Si a ellos les molesta la letra de las canciones, o a mí, nos jodemos, y cuando a Samantha Hudson y sus fans no les guste lo que les decimos pues ídem. La libertad siempre primero, pase usted, señora. Debería saber Vox que no existe el derecho a no ofender, que esa la base de la cancelación y de lo políticamente correcto. Se creen que son ellos los llamados a decir lo que está bien y lo que no. Pues no. La vara de medir debe ser la misma para todos, Santi. Sin recreo, castigados, a leer ‘El rebaño’, de Jano García.

Es como lo de UGT, que ataja un intento de cuestionar el liderazgo, es un decir, de Pepe Álvarez, que le ha cogido gusto al sillón y después de este mandato quiere otro porque tiene patrocinador de la bufanda y no es cosa de perder plata.

Cada uno se entretiene con lo que más le gusta. El Gobierno, con los cadáveres, pero la familia de José Antonio Primo de Rivera se le adelanta y pide el traslado de los restos de su pariente y evitar así la humillación después de esta versión corregida y aumentada, la ley de memoria democrática, de la puñalada a la reconciliación nacional. Más tarde, el Gobierno iniciará el proceso para sacar a Queipo de Llano de la Macarena. ¿Y los cabecillas del otro bando no se desentierran?, ¿por qué no se mueven los herederos de sus víctimas para la exhumación de esos huesos? Unos sí, otros no, la asimetría nacional, tan española. Eso de dejar a los muertos en paz es de allende los Pirineos, en España bailamos sobre sus tumbas. ¿Y en Málaga, con Carlos de Haya y García Morato como invitados principales? La pelea no promete interés porque la derecha ya hace tiempo que se cambió de acera para no cruzarse con sus miedos.

Para más ejemplos, no hay más que advertir cómo la Justicia francesa investiga al Gobierno por su gestión de la Covid, y aquí una comisión independiente está paralizada. Bueno, que los jueces investiguen al Gobierno, eso ya ni se plantea, aunque en su momento el Tribunal Constitucional dijo que los dos estados de alarma de Sánchez eran ilegales, ¿y si eran ilegales no hubo delito? Misterio en la noche que viene Sussi en coche.

Muchos alumnos se quedarán sin que estas cosas se las explique Pablo Iglesias, que no podrá dar clases de Periodismo por sus malas notas. Esos estudiantes se lo agradecerán un día, mientras tanto de lo que tienen que preocuparse es de que una semana sin móvil genere ansiedad entre ellos, según un estudio de la UMA. El estado de dependencia es brutal en la generación más preparada de la historia, como dicen los propagandistas. Cuando nos demos cuenta de que no, ya será demasiado tarde, como con la LOGSE… bueno, y con el Limonium carminis, la humilde colonia de los Baños del Carmen, en peligro de extinción y sobre la que Medio Ambiente tenía autorización para protegerla, pero no hizo nada. No hay novedad en el frente. Juan Ramón Jiménez lo expresaba así:

¡Qué miedo el azul del cielo!

¡negro!

¡negro de día en agosto!

¡qué miedo!

¡qué espanto en la siesta ardiente!

¡negro!

¡negro en las rosas y el río!

¡qué miedo!

¡negro con sol en mi tierra

(¡negro!)

sobre las paredes blancas!

¡qué miedo!

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