Un estanque nada dorado

La peor noticia en la guerra de Ucrania sería una derrota de Kiev, pero la segunda peor sería un estancamiento. El actual equilibro es fruto del heroísmo de Zelenski, el formidable aplomo de Biden -en la estela de grandes presidentes demócratas capaces de encajar supremacismo USA en sus principios- y la inesperable reacción de la UE. Descartado un escenario de derrota de una de las partes, el único posible sería un alto al fuego seguido de un armisticio y unas conversaciones de paz interminables, generando un modus vivendi dilatado sine die que acabara con las muertes y permitiera restablecer cierto comercio de primera necesidad (energía y alimentos), mientras las placas tectónicas se asientan y la economía se va reponiendo. Pero ésta sería buena salida para la UE solo si no se demora más, pues de persistir la carestía y la inflación las sociedades europeas lo pasarán muy mal.

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