Cartas de los lectores

Miguel Sánchez Trasobares

Patrones de belleza

Los patrones de belleza de los seres humanos -de ambos géneros, aunque preferentemente de ellas- en este globalizado y pleno de tecnología siglo XXI denominado también como «de la imagen», abundan por doquier.   De ahí que -ya, desde hace bastante tiempo- hayan aparecido numerosos estudios de este «fenómeno» que permiten apreciar la influencia en el mundo que estos arquetipos impuestos han podido arraigar en hombres y mujeres, y que ¡ojo! la publicidad actual exalta con tanta insistencia y vehemencia.   Ahora bien, lo que está más claro que la sopa de un asilo es que el concepto de belleza que tratan de imponernos como ideal se halla muy lejos de ser saludable y de representar a nuestra sociedad.   Porque ello genera casi automáticamente en algunos casos una profunda decepción, pues, por más que se esfuercen las personas en consumir los productos recomendados del mercado y se sometan a cirugías complejas, rara vez se alcanza el nivel de perfección demandado en los medios visuales. Y es que, por fortuna, las tan cínicas como peligrosas propuestas inalcanzables que como dardos en vendáis nos lanzan, son reprobadas por la gran mayoría hoy día, al descubrir la falsa y engañosa publicidad basada única y exclusivamente en la extrema delgadez y eterna juventud.