Tribuna

Gobierne quien gobierne, CCOO siempre

Fernando Muñoz Cubillo

Fernando Muñoz Cubillo

Hay partidos políticos que hacen políticas partidistas, y otros hacen política de Estado. El Partido Popular en España en estos últimos cuatro años se ha apuntado a lo primero, a realizar oposición partidista tanto en España como en Europa, muy lejos de un partido de Estado, y mucho más lejos aún de su homólogo en Europa, La Internacional Popular Europea (PPE), que gobernando muchas instituciones europeas han estado durante la pandemia y los efectos de la guerra en Ucrania al lado del Gobierno de España.

El PP intentó paralizar los fondos de recuperación europeos para España. Votó en contra en nuestras Cortes Generales e instó a las instituciones europeas, gobernadas por su propio partido, a que los denegaran.

Alejados del consenso de su propia fuerza política en Europa (PPE), la derecha y la ultraderecha española, no han tenido escrúpulos al votar en Europa en contra de la aprobación de un salario mínimo que permita que las personas que trabajan se alejen del umbral de la pobreza que en cada país exista. Con su votación provoca que trabajar no garantice el acceso a los bienes de primera necesidad de millones de personas que, aún trabajando, no podrán salir nunca de la pobreza.

Al llevar a cabo esta votación, se alejaron de su propio partido europeo y nuevamente se aliaron con Vox, aunque en este caso no fuera necesario ir juntos. Ello denota que el PP de España, se aleja de la moderación de su partido a nivel europeo para aliarse con la extrema derecha española. Quizás porque ese extrema derecha es la «excusa» para llevar a cabo políticas extremistas de la derecha más radical.

Hace unos años el PP en España, nos sorprendían ocultando las agresiones y discriminación hacia las mujeres. Hoy nos sorprenden con los recortes de libertades en primer lugar a la cultura en Jaén, Madrid, Getafe, Cantabria, Castellón... La lista sólo ha hecho más que empezar. Hoy empezamos a ver cómo se criminalizan al profesorado de las Baleares, en el uso de su idioma local, o cómo señalan a los periodistas como lo ocurrido con Silvia Intxaurrondo, o cómo se utilizan a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para limitar las manifestaciones que piden una mejora de la sanidad pública en Andalucía, o cómo en Málaga se nos pide ya el DNI por concentrarnos durante un minuto para rechazar el asesinato de una mujer a manos de su pareja.

Este país necesita de unos partidos políticos que pongan luces largas en sus programas, que asuman los resultados electorales y las coaliciones de gobierno, y que pongan los intereses de la sociedad por encima de los intereses de partido. Porque gobernar para todos, se práctica también desde la oposición. Y de eso también hemos estado ausentes en esta legislatura que finaliza.

Desde CCOO le pedimos al conjunto de partidos políticos que concurren en estas elecciones a Cortes, que quienes formen gobierno respeten los acuerdos sociales y laborales que hemos firmado. Son muchos los retos que el conjunto de la sociedad española tiene por delante:

• Un sistema productivo donde la sostenibilidad ocupe un lugar preferente en las cuentas de resultados.

• Una transición digital, ecológica y tecnológica que deben ser gobernadas desde el diálogo social.

• Un empleo de calidad y estable donde la formación profesional continua forme parte de los convenios colectivos.

• Una política de cuidados para devolver a nuestros mayores el esfuerzo que ellos han realizado durante toda su vida en términos de atención, tanto en el ámbito familiar como socio-sanitaria.

• Unos servicios públicos que den respuesta a las necesidades sanitarias, educativas, sociales de jóvenes, mayores o personas necesitadas de empleo, alimentación o formación, en definitiva la lucha integral contra la pobreza y la exclusión social.

• Un refuerzo de las políticas de igualdad entre hombres y mujeres en todos los aspectos de la vida.

• Unas pensiones que permitan mantener una calidad de vida a quienes sólo tienen esos ingresos.

• Una política fiscal para que toda actividad económica tenga un retorno social en forma de fiscalidad.

• Una política de cooperación con los países de nuestro entorno para que toda persona pueda tener una oportunidad de empleo y no sea necesaria una inmigración forzada.

En definitiva, esta campaña electoral debiera haber servido para debatir estos y otros temas, y no para debatir de cómo o con quién debatimos. Por eso desde CCOO le hemos ofrecido a los principales partidos nuestras propuestas, que seguro vamos a defender gobierne quien gobierne.

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