Crítica musical

Moreno y Jordi en el centenario de Doña Francisquita

La zarzuela Doña Francisquita abre por todo lo grande la nueva estación lírica del Teatro Cervantes

La Temporada Lírica del Cervantes abre con el clásico 'Doña Francisquita'

La Temporada Lírica del Cervantes abre con el clásico 'Doña Francisquita' / Álex Zea

Alejandro Fernández

Alejandro Fernández

Teatro Cervantes, 30 de septiembre de 2023

Obra: Doña Francisquita

Autor: Amadeo Vives

Cantantes: María José Moreno, Ismael Jordi, Mónica Redondo, Jesús Álvarez, Santos Ariño, Milagros Martín, Antonio Torres, Lucía Millán, Luis Pacetti

Dirección musical: José María Moreno

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El próximo 17 de octubre uno de los títulos más sobresalientes del compositor barcelonés Amadeo Vives cumplirá un siglo de vida, Doña Francisquita. Página redonda que funciona como una Boheme pucciniana en el plano musical, vocal y actoral. Precisamente este título abre por todo lo grande la nueva estación lírica del Teatro Cervantes. Más de una década después, la zarzuela vuelve a aparecer dentro de la programación de la Temporada Lírica de la que nunca debió desaparecer en los términos técnicos y artísticos propios de un escenario como el Cervantes.

Hace ya algunas temporadas que la normalidad presupuestaria ha posibilitado que este pasado viernes nuestro género lírico ocupe el lugar que nunca debió abandonar como en su día se reivindicó desde esta columna. Pero lo cierto es que aquellas temporadas de compañías de Europa del este -de orquestas de veinte músicos, coros irrisorios y solistas desvencijados- enfangaron el lugar que ocupaba la lírica malagueña en los circuitos nacionales y que la zarzuela fue la primera víctima en cobrarse.

La Doña Francisquita de esta gran apertura recurre a la producción escénica del Teatro Villamarta de Jerez que a pesar de los años sigue funcionando gracias a la genialidad de Francisco López otro de los grandes hacedores de este reciente éxito. En la dirección de López todo tiene un sentido orgánico y relacionado de manera que cada elemento escenográfico cobra sentido desde la poltrona. Nada es casual, todo está tasado.

Dirección musical del maestro José María Moreno al frente de esta primera producción lírica que se distinguió por esta idea de equilibrios ideada para este título inaugural de la temporada. Marcó dinámicas contrastantes junto a los profesores de la Filarmónica de Málaga y resolvió con holgura el reto de llevar a la excelencia el género que por otro lado ha marcado el espíritu de esta producción.

Como no podía ser de otra forma, el Coro de Ópera de Málaga al cuidado de Mar Muñoz Bravo resultó convincente en el plano actoral caracterizado por el contínuo movimiento escénico en colaboración con figuración y el papel destacado de las coreografías ideadas por Javier Latorre a lo largo de toda la zarzuela y muy especialmente en la licencia de la escena conclusiva. En lo vocal destacar el papel de las cuerdas femeninas y el empaste de las masculinas, a lo que habría que añadir los numerosos partiquinos protagonizados por componentes del conjunto.

Intérpretes

El diamante de esta reconciliación del Teatro Cervantes no cabe duda que fue el elenco protagonista conformado por el cuarteto formado por María José Moreno, Ismael Jordi, Mónica Redondo y Jesús Álvarez. La vuelta a las tablas malagueñas de la soprano M. J. Moreno tuvo su prólogo en el pasado Festival de Granada en el que hizo gala del incontestable momento vocal en el que se encuentra como también certificó el tenor jerezano Ismael Jordi que felizmente regresa tras largos años de ausencia. Por su parte, la Beltrana de la mezzo Mónica Redondo fue otro de los grandes momentos que reservó esta puesta en escena rematada especialmente en lo actoral por el tenor Jesús Álvarez que fue levando en lo canoro a lo largo de la función.

Completaban esta gran apuesta del Cervantes el seguro Don Matias de Santos Ariño, la Doña Francisca de Milagros Martín sin olvidar el regreso del barítono Antonio Torres y Lourdes Benítez. Cerraban este inolvidable círculo la Irene encarnada por Lucía Millán y el lañador y sereno del tenor Luis Paceti sin olvidar tampoco la pequeña colaboración de uno de los componentes de la escolanía Pueri Cantores.

El esfuerzo y la apreciable entrega de estas intensas semanas de trabajo estuvo reconocido por el auditorio que llenaba el coliseo malagueño aunque ahora, la cuestión que flota en el ambiente es si la zarzuela vuelve para reintegrarse en el cartellone del Cervantes o si por el contrario, por el humo sabremos dónde está el fuego.