Tribuna

¡Ojo al dato (tributario)!: curiosidades fiscales para acabar el año

Las apps de venta de segunda mano informarán de nuestras operaciones a Hacienda si superan ciertos parámetros

La fiscalidad también afecta a las cestas de Navidad que recibimos de nuestras empresas o a las que puedan tocar en rifas

Hacienda introduce IVA al táper para llevarse las sobras de los restaurantes

Clientes en una terraza del centro de Málaga.

Clientes en una terraza del centro de Málaga. / Álex Zea.

Joaquín López Avellaneda

Joaquín López Avellaneda

Se acerca el final del año, y suele ser habitual hacer balance de lo vivido durante el mismo, de lo conseguido, de los buenos propósitos para el año próximo o de lo que está por llegar, sin perder de vista que lo más valioso es vivir el presente.

Entre turrones, peladillas, copas de anís, de buen vino, de entradas, salidas y ajetreo, encontramos momentos para reflexionar. Lo que le propongo a nuestro amable lector no es nada que vaya a solucionarle la vida. Simplemente, vamos a traer a colación algunos aspectos curiosos que nos depara la fiscalidad, y que, al menos, nos pueden mover a una pequeña reflexión acerca de la importancia de los detalles en el ámbito tributario.

El Derecho Tributario es el Derecho de los detalles, aquéllos en los que se dice que se esconde el diablo, y que nos pueden cambiar de forma radical las implicaciones fiscales en una operación, en una inspección de Hacienda, o a la hora de litigar contra la Administración Tributaria.

Hablando de operaciones, a nadie se le escapa que es cada vez más frecuente que utilicemos ciertas plataformas digitales de venta de segunda mano para deshacernos de lo que nos sobra, ya sea la vieja bicicleta o la antigua freidora. A partir del año 2024, dichas plataformas informarán a Hacienda de nuestras ventas si hemos superado ciertos parámetros (ventas iguales o superiores a 2.000 euros, o, en todo caso, si hemos realizado más de 30 ventas).

¿Tenemos que pagar el IRPF por las ventas que hagamos? La respuesta es que hemos de pagar si ha habido una ganancia en la venta, ya que el IRPF no se calcula sobre el ingreso, sino sobre el beneficio. En no pocos casos, lo que se produce es una pérdida patrimonial, al ser el precio de venta inferior al precio de compra (menos la depreciación del bien que vendamos).

Y no nos olvidemos del comprador, y del ITP-AJD -en su modalidad de Transmisiones Patrimoniales Onerosas- que tendrá que pagar por la compraventa de segunda mano.

Cestas navideñas y envases

Continuamos nuestro recorrido haciendo una parada obligatoria en las cestas de Navidad, donde el «regalo» más importante es el que no está en la cesta, y tiene que ver con el IRPF del que la adquiere. Si recibimos la cesta de nuestra empresa tendremos una retribución en especie, que, como rendimiento del trabajo, tributará en el IRPF del trabajador.

Y si somos agraciados con la cesta en algún sorteo, o rifa, tampoco nos libraremos de pagar el IRPF, ya que habremos obtenido una ganancia patrimonial, que formará parte de la base imponible general del IRPF por el valor de mercado de la cesta navideña. Así que, en cualquier caso, Hacienda tendrá cogida la cesta por una de sus asas.

Un cesta de Navidad en una superficie comercial.

Un cesta de Navidad en una superficie comercial. / G. T.

Envases para la comida sobrante del restaurante

Otra curiosidad tributaria nos viene del mundo de la restauración. Todos sabemos que, si comemos en un restaurante, en la factura que paguemos figurará un IVA al tipo del 10%. Pues bien, hace escasas semanas, la Dirección General de Tributos ha publicado una consulta vinculante (V2928-23) en la que afirma que, si nos sobra comida y nos la queremos llevar en un táper, al precio que abonemos por dicho envase se le aplicará un IVA del 21% -y no del 10%-, al entender la Dirección General de Tributos que la entrega de envases es un fin en sí mismo, y no una prestación accesoria al servicio de restauración.

Con cuánta razón mi madre nos decía que no nos podíamos levantar de la mesa sin terminar de comerlo todo. Nos estaba educando y ahorrando impuestos.

No me queda más que desearles a los lectores que el año 2024 venga cargado de ilusión y buenas noticias. ¡Feliz año!