Cartas al director

EL AYUNO Y EL PAPA FRANCISCO

Como todos sabemos, vivimos en tiempo de Cuaresma que recuerda los 40 días que Jesús pasó orando y ayunando en el desierto. Su origen, no obstante, hay que remontarlo al período de 40 años que el pueblo de Israel tras su liberación de Egipto, tuvo que andar errante por el desierto hasta llegar a la tierra prometida. El actual papa Francisco está recibiendo duras críticas de los sectores ultraconservadores de la Iglesia y la sociedad, que no ven la verdadera intención de este Pontífice, como es la de atraer a la Iglesia a todos, sean como sean. Parece que hemos olvidado las palabras del Evangelio cuando Jesús dice que no necesitan de médico los sanos, sino los enfermos, que no ha venido a llamar a los justos sino a los pecadores. Y, ya, enlazando con el tema central de esta carta, señalaré que hay que adaptar las tradiciones de la Iglesia a los tiempos actuales. Por ello, el Papa ha publicado 15 puntos en relación con el ayuno hoy día. No se trata de no comer ciertos días, que también, sino de algo más importante, como ayunar de nuestro egoísmo, de las riquezas y bienes que no necesitamos, de criticar a los demás (recuérdese el Evangelio: «No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados...»), de ambición de lujo y poder, de pasar junto al necesitado y no atenderlo (como en la parábola del buen samaritano), del abuso de los demás, del sexo, drogas, exceso del uso de móviles o ciertos programas de televisión, etc., etc. Hay que ayunar de estas cosas y muchas más. 

Miguel Hijano Guerrero. Málaga