Málaga es rica en amor un año más

La llegada del Miércoles Santo en Málaga implica coger una chaqueta porque es la tradición. Al pasar el Martes Santo llega el fresquito. Uno de los momentos más destacados de la Semana Santa malagueña es la salida del Rico. Una de las más antiguas y con una tradición tan señalada a nivel nacional es la suya. Liberar un preso año tras año después de que Carlos III concediera a la hermandad el poder para ello. 

Antonio Daniel, ante la nueva oportunidad que le da Jesús El Rico

La expectación nacional y local ante la salida de esta cofradía es elevada. A pesar del viento fresco que apaga las velas de los penitentes, el sol ilumina la cara y los rizos de Nuestro Padre Jesús el Rico. A los 18 minutos de su hora esperada de salida, la ministra de justicia Pilar Llop, da los toques de campana del trono para que los malagueños puedan ver a su Padre. Avanza con paso firme y un sonido a las puertas de la casa hermandad encoge el corazón a quien lo escuche. 

Sigue en directo el Miércoles Santo

El Rico | Miércoles Santo 2023

El azul intenso con el crujido de las barras de palio y el delicado sonido de las campanillas del trono de la virgen hacen mella. Miras la cara de la Virgen y el contraste de las mejillas rojas con la palidez del rostro llaman a la dulzura. “Todo por tu amor”. Qué acto de amor tan profundo y qué rica es Málaga en amor los Miércoles Santo.

En la Plaza del Obispo no hay lugar para que alguien se acople en el último momento. El numeroso grupo de faraonas se colocan con sus campanitas en las escaleras de la Catedral a esperar la bendición de su Padre.

“Llevo doce años saliendo. Todos los viernes le llevaba flores a la iglesia al Rico. Es tradición”, recuerda una cirial que mira desde lejos la imagen de Jesús el Rico con la Alcazaba de fondo.

La zona infantil pregunta extrañada qué está pasando. Se salen del cortejo. Suben escaleras. Ariadna y su hermano Jose, Aitana y Judith entre ellos, se sientan pacientes y a esperar. Llega el Cristo. Llega la Virgen. Empieza el acto. “¿Qué pasa? ¿Por qué nos quedamos aquí?” Esos mayordomos explican la tradición de la liberación del preso. 

Un hombre vestido de túnica de terciopelo negra con un cirio blanco se sube al estrado y recibe la bendición de su Padre. Ya está en la calle con la promesa de “no volver a delinquir”.