Brizuela, el Unicaja y los cupos

La salida en los próximos días de Darío Brizuela rumbo al Barça, previo pago de su cláusula de rescisión, va a suponer un problema deportivo para Ibon Navarro, que pierde a una de las piezas fundamentales de su puzzle en el juego exterior, aunque en esa posición mantiene mucho talento con Tyson Carter, Tyler Kalinoski e incluso el canterano Mario Saint-Supéry, al que se le quieren dar más galones este próximo curso.

Una vez asumida que la marcha del internacional donostiarra es inevitable, ¿qué pasa con los cupos de formación?, ¿cómo afecta la salida de Brizuela a esta cuestión tan importante? Lo primero de todo hay que explicar que la ACB exige en una plantilla de 12 que haya 4 JFL (Jugadores Formados Localmente) para jugar la Liga Endesa. En el caso de la Basketball Champions League, la normativa pide 5 cupos en una plantilla de 12.

Seis jugadores cupo con contrato

Una vez que se oficialice la marcha del escolta internacional vasco al Barça, el Unicaja contará con 6 jugadores considerados "cupo" con contrato en vigor para la próxima campaña 2023/2024. Son Alberto Díaz, Jonathan Barreiro, Nihad Djedovic (se formó en las categorías inferiores del Barça), Yankuba Sima, Augusto Lima y el canterano Mario Saint-Supéry. Eso, sin contar a Yannick Nzosa, jugador también con contrato en vigor con el Unicaja, pero al que se pretende ceder a otro club, preferiblemente de la ACB, de cara a la próxima temporada.

De los 6 jugadores "locales" con contrato, sí hay que tener en cuenta que Augusto Lima está lesionado y tardará algunos meses más en volver a jugar. El brasileño formado en Los Guindos está en el plazo final de la recuperación de su lesión en la rodilla, pero prácticamente se perderá la primera fase de la BCL al completo (termina en diciembre), por lo que de cara a la competición europea se quedaría el equipo justo con 5 cupos, los que exige la FIBA, siendo uno de ellos Mario Saint-Supéry.

Todos los mercados abiertos para buscar un sustituto

Esta cuestión es la que el club de Los Guindos deberá estudiar con detenimiento. A la hora de buscar un recambio para la más que segura salida de Brizuela, habrá que poner en la balanza si merece la pena apostar por un cupo (el mercado nacional está limitadísimo de jugadores top) o mejor buscar en otros "caladeros", preferentemente el norteamericano, el jugador que complemente el perímetro, por mucho que en los primeros meses de la temporada pudiera obligar a Ibon Navarro a tener que dejar fuera de la convocatoria a alguno de sus extranjeros en los partidos de la primera fase de la BCL.

Sea lo que sea, lo primero que tiene que llegar es el cheque desde Barcelona con 1.2 millones de euros para que el club cajista libere su ficha y los derechos del jugador de San Sebastián pasen a ser del club culé. Mientras tanto, toca esperar para mover ficha.

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