Entrevista | Celia Rico Directora y guionista

"El cine nos ha hecho más empáticos pero también ha creado clichés"

La película, que llegará a los cines este mismo fin de semana, es una pieza de cámara en la que el gusto por lo pequeño y el detalle es clave

Celia Rico, ayer en el photocall del Muelle Uno, con el actor canino de «Los pequeños amores».

Celia Rico, ayer en el photocall del Muelle Uno, con el actor canino de «Los pequeños amores». / GREGORIO MARRERO

 La joven realizadora sevillana Celia Rico, que deslumbró con su debut, Viaje al cuarto de una madre, compite en la Sección Oficial con Los pequeños amores, una cinta protagonizada por Adriana Ozores y María Vázquez sobre la obligada convivencia de una madre y su hija durante un verano

Cuando uno llama la atención con su primera película, como usted lo hizo con Viaje al cuarto de una madre, al presentar la segunda,¿busca que se le reconozca las diferentes, el haber hecho algo nuevo o que hay una línea, elementos en común entre ambas cintas?

La verdad es que prefiero que se vean las diferencias entre ambas que los parecidos. Las dos películas tienen muchas cosas en común y a mí me gusta que sea así; aunque, en realidad, el vínculo real entre ambas es que si no hubiera hecho la primera no habría hecho ésta.

¿Qué hay detrás de Los pequeños amores, que te ha impulsado a contarla?

El cine me permite, de alguna manera, reflexionar desde quizás un lugar no tan teórico, no tan discursivo y más desde la evidencia, desde la experiencia. Aquí, de alguna manera, quería reflexionar sobre el paso del tiempo, mi edad, el sentido de hacer películas...

Lo haces a través de esta madre y su hija, con una relación no resentida por un hecho en concreto o un secreto del pasado sino, simplemente, porque no se conocen.

Son mujeres llenas de paisajes despoblados la una de la otra y, además, muy distintas, que, sin embargo, se van dando cuenta de que son más parecidas de lo que creían.

Las interpretan Adriana Ozores y María Vázquez.

Adriana tiene una sabiduría humana que ha enriquecido mucho su personaje; su personaje estaba escrito desde ciertas durezas pero ella le ha sumado capas de profundad. Y María tiene algo como de niña adulta o adulta niña, y se entrega por completo al interpretar. Las dos trabajan desde la verdad, que es algo que me preocupa mucho.

En Los pequeños amores hay una oda al valor de la ficción en nuestras vidas.

Es que la ficción tiene todo lo bueno y todo lo malo. A veces pienso que gracias al cine construimos una mirada mejor hacia lo que nos rodea y somos más empáticos. Aunque también es cierto que el cine ha generado muchos clichés, ha perpetuado muchos estereotipos Para muchos, la ficción puede ser ese lugar ese lugar donde sucede lo que queremos que nos suceda, lo que nos mantiene vivos. O, como en la película, la ficción también es encontrarse un diente enterrado cerca de tu casa e imaginar que un día hubo una mujer, un antepasado, de la que venimos todas que también estuvo allí. Y que todos vamos a morir y quizás lo que quede de nosotras sea eso, un diente. Cuando le damos un relato a un objeto lo convertimos en historia.