Entrevista | Sebastián Borensztein Director

«Argentina cae en crisis cada 10 años porque antes siempre nos levantanmos»

El realizador firma «un thriller trágico» en el que no renuncia a la poesía y que tiene mucho que decir sobre la situación de su país

La balada de un pelotudo

Sebastián Borensztein, ayer.

Sebastián Borensztein, ayer. / L. O.

La película parte de una decisión complicado, que divide al espectador.

Hay un dilema moral muy grande en la película: ¿Qué haría yo en su lugar? ¿Qué le diría a mi familia? ¿Fingiría también mi muerte para que todos cobren el seguro de vida y se resuelvan las cosas y me resigno a no verlos nunca más? Con ambas decisiones les inflijo un sufrimiento del que en algún momento se van a recuperar. Porque todo el mundo puede hacer el duelo por la pérdida de alguien, pero él no podrá hacer nunca su duelo por la pérdida de la familia.

¿Lo que vemos en Descansar en paz se puede leer como una representación de lo que ocurre en la Argentina actual?

Absolutamente. La Argentina es un país insólito; por lo tanto, las cosas que nos pasan son insólitas. Muchas veces, para quien no conoce la idiosincrasia y la historia de nuestro país, lo que ve puede resultar inverosímil... Nosotros estamos acostumbrados a caer en una crisis profunda y terminal cada diez años. Y a levantarnos de esas crisis profundas y terminales una y otra vez aún sabiendo que se viene otra crisis. Yo siempre digo que no cualquiera puede darse el lujo de entrar en crisis cada diez años; es decir, solamente alguien que puede salir adelante cada diez años puede entrar en crisis cada diez años.Yo trato de transmitir la idisioncrasia del país con mi cine, que es muy argentino, porque me gusta contar historias con un poderoso anclaje al contexto histórico y social del momento.

El presidente de su país, Javier Milei, dijo que las ayudas al cine «le arrebata los recursos a los jubilados o los comedores populares». ¿Qué le parece?

Si la Argentina cercena estos recursos lo pagará en el futuro, porque cercenaría una parte importante de su propia identidad.

Volvamos a s ufilme: el final es contundente.

Yo defino esta película como un thriller trágico desde el más estricto sentido de la palabra tragedia: nada termina bien, no hay solución. Pero tampoco quería renunciar a cierta poesía, a cerrar un círculo con los personajes y otorgarles un lugar, el lugar que creo que se merecen después de lo ocurrido en la película.

Tiene usted varios Premios Goya y también alguna que otra Biznaga del Festival de Málaga...

Sí, vine aquí con Kóblik y ganamos dos premios, el de Mejor Actor de Reparto para Óscar Martínez y Mejor Fotografía para Rodrigo Pulpeiro. Tengo recorrido hecho aquí, la industria me conoce y yo estoy encantado de venir y trabajar. De hecho, Descansar en paz se va a ver antes aquí que en la Argentina.