Urbanismo

El paisaje de Málaga, a debate con la Farola de fondo

Tres expertos de la UMA debatieron en Ámbito Cultural sobre el paisaje y criticaron las infografías comerciales que maquillan la realidad

Vista de la Farola en 2018.

Vista de la Farola en 2018. / ARCINIEGA

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

¿El paisaje hay que preservarlo o es un ente cambiante que no admite regulación? A raíz del proyecto de la Torre del Puerto y la incoación de expediente para declarar la Farola Bien de Interés Cultural, tres expertos de la Universidad de Málaga debatieron el pasado martes en Ámbito Cultural de El Corte Inglés sobre ‘La Farola y el paisaje litoral histórico de Málaga. Un patrimonio a la deriva’.

Se trató del arquitecto y profesor Ciro de la Torre; el catedrático de Geografía Física Damián Ruiz Sinoga y el profesor de Historia del Arte Francisco Rodríguez Marín, con la arqueóloga Mª Carmen Íñiguez de moderadora.

Para el profesor Rodríguez Marín, uno de los promotores del expediente de BIC de la Farola, «del paisaje como patrimonio no hemos sido conscientes hasta hace poco» y recordó que el Convenio Europeo del Paisaje, firmado por España, es del año 2000.

El profesor destacó que el problema no radica en los «edificios en altura» sino en si su emplazamiento es el idóneo o no y puso el ejemplo del Hotel Málaga Palacio, «el edificio más odiado de Málaga» pues pese a estar bien planteado, «está mal ubicado», al tapar la Catedral.

Un momento de la mesa redonda del martes en Ámbito Cultural de El Corte Inglés.

Un momento de la mesa redonda del martes en Ámbito Cultural de El Corte Inglés. / A.V.

En este sentido, aventuró que el rascacielos del Puerto «cumplirá la misma función que el edifico de los Campos Elíseos», en referencia a la irrupción paisajística en Gibralfaro realizada por unos militares en los años 70.

En todo caso, el profesor también señaló que para evitar este tipo de «desaguisados» se encuentra el concepto de «entorno», que, por ejemplo, permitirá retirar la pérgola de Santo Domingo, pese a que no afecta al BIC de Santo Domingo, en atención al artículo 19º de la Ley de Patrimonio Histórico Español que prohíbe construcciones que perturben la contemplación del BIC. A su juicio, este mismo criterio se puede seguir en la Farola, aunque el BIC se limite al faro.

Por su parte el profesor Ciro de la Torre, co-redactor del Plan Especial del Puerto, recalcó que la Farola es «un monumento muy vivo» y consideró que su luz es algo «romántico» y anecdótico y remarcó que su verdadero valor reside en que es «un radiofaro de primer orden que controla toda la navegación del Mar de Alborán», además de «un punto de GPS fundamental».

El arquitecto, que tras la charla manifestó a La Opinión que no estaba «ni a favor ni en contra del rascacielos» del Puerto, fue crítico con el hotel de Moneo y dijo lamentar, más que la demolición del palacete de los condes de Behahavís, la desaparición del Hoyo de Esparteros, además de recalcar que el hotel está «muy mal situado». En referencia a su arquitectura señaló que Rafael Moneo es «un magnífico arquitecto que también tiene obra mala como el hotel de Málaga».

«Agresiones urbanísticas»

Por su parte el catedrático Damián Ruiz Sinoga lamentó la «falta de identidad y de autoestima de Málaga», cuestionó que sea una ciudad cultural y advirtió que, «entre la modernidad y la catetez hay solamente un escalón». Por otra parte, indicó que las «agresiones urbanísticas» que se llevan a cabo en Málaga no se producen en Sevilla, con la excepción de la Torre Pelli.

El experto aprovechó para reivindicar el proyecto de bosque urbano en los antiguos terrenos de Repsol, que consideró «imprescindible» para la calidad de vida en una zona de Málaga tan densamente poblada.

Además de criticar el papel de la prensa en lo que consideraron promoción interesada de algunos de estos proyectos, los intervinientes también criticaron las infografías comerciales de las grandes propuestas porque no reflejan la realidad y transmiten un mensaje poco riguroso a la ciudadanía. En este sentido, en la mesa redonda se habló de las infografías comerciales del hotel de Moneo y de la Torre del Puerto y Damián Ruiz Sinoga ironizó sobre la necesidad de que Málaga pudiera contar pronto con un ‘museo de la infografía’.

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