Educación

Colegio Gibraljaire: 50 años de historia de la educación en Málaga

El colegio se creó como cooperativa de enseñanza en los 70 para acoger a los hijos de las numerosas parejas trabajadoras jóvenes que conformaron la barriada de Miraflores de los Ángeles - En sus inicios, de hecho, la mayoría de los alumnos eran de Infantil - Hoy acoge a unos 850 estudiantes de Primaria y Secundaria y comparte espacio con el instituto público Puerta Oscura - Una de las señas de identidad de este centro educativo es la vinculación con su barrio y con toda una institución musical, la banda de Miraflores-Gibraljaire, que tiene su sede en el propio colegio

Foto de familia para celebrar el 50 aniversario.

Foto de familia para celebrar el 50 aniversario. / La Opinión

Un 1 de diciembre de hace 50 años abrió sus puertas por primera vez y desde entonces han pasado ya por sus aulas varias generaciones de malagueños. El Colegio Gibraljaire se creó para acoger a los hijos de las numerosas familias de trabajadores que dieron vida a Miraflores de los Ángeles en los setenta y hoy su vinculación con el barrio continúa siendo una de sus señas de identidad.

Este centro concertado que funciona en régimen de cooperativa está celebrando durante este curso su medio siglo de vida con numerosas actividades concentradas en el mismo edificio de ladrillo que los fundadores inauguraron a finales de 1972. Un inmueble dividido en varios módulos en la calle Nuestra Señora de los Clarines en los que hoy en día conviven el propio Colegio Gibraljaire, la Escuela Infantil Gibraljaire y el IES Puerta Oscura, estos dos últimos públicos.

De hecho, esta es una de las singularidades de este centro concertado, el compartir espacios como el salón de actos con dos centros públicos. Así lo explica Tomás Blanco, presidente de la cooperativa del Gibraljaire, que detalla que las instalaciones se han actualizado para adaptarse a las nuevas necesidades pero se han conservado en un buen estado en este tiempo. La antigua capilla o la vivienda del conserje ya no existen, mientras que se han creado espacios como un huerto o aulas de informática.

El colegio acoge en la actualidad a unos 850 alumnos en tres líneas de Primaria y cuatro de Secundaria con un claustro de unos 70 profesores. En sus orígenes, como recuerda Blanco, otra peculiaridad es que la mayoría de los alumnos eran de Infantil porque eran los hijos de las parejas jóvenes que llegaban al barrio. «Había 18 clases de entre 4 y 5 años», explica y añade que conforme fueron creciendo se fueron añadieron cursos superiores. Además, recuerda que se separaba a niños y niñas en aulas distintas.

El Gibraljaire continuará celebrando su medio siglo de vida durante todo este curso.

El Gibraljaire continuará celebrando su medio siglo de vida durante todo este curso. / La Opinión

Gibraljaire, que forma parte de la Asociación Andaluza de Centros de Enseñanza de la Economía Social (ACES), se define como una escuela cercana, acogedora y, sobre todo, muy conectada con su barrio. «Decimos que somos la otra concertada. No tenemos ningún carácter elitista, estamos al servicio del barrio, es muy importante para nosotros», defiende el presidente de la cooperativa.

Como ejemplo de esta relación explica que no sólo realizan todas las compras necesarias para el día a día del colegio en los comercios de Miraflores, sino que sus instalaciones están abiertas para cualquier acto o acontecimiento que se celebre en el barrio como la Cabalgata de Reyes, que este año ha terminado dentro del propio centro, o el Carnaval.

Subida al Monte Coronado con banderas conmemorativas.

Subida al Monte Coronado con banderas conmemorativas. / La Opinión

Banda Miraflores-Gibraljaire

Un capítulo aparte merece su relación con la veterana banda de música de Miraflores-Gibraljaire, que tiene su sede en el colegio, lo que ha hecho que una gran cantidad de alumnos desarrollen su vocación musical.

Además, uno de sus estudiantes más ilustres es el barítono Carlos Álvarez.

El colegio Gibraljaire está organizado como una gran familia en la que los padres tienen un protagonismo indudable y que se evidencia en actividades del Ampa tan consolidadas como su conocido Belén viviente que ya ha celebrado su 20 aniversario.

En cuanto al profesorado y los socios de la cooperativa, muchos de ellos pasaron primero por las aulas del Gibraljaire y hoy trabajan por mantener la esencia del colegio sumándole los imprescindibles cambios metodológicos y tecnológicos.

Entre sus proyectos más destacados, la apuesta por el bilingüismo en Primaria, el trabajo por una buena convivencia a través de la red Escuela Espacio de Paz, o la decidida lucha por la igualdad. «Creemos que los niños, desde pequeños, tienen que ser conscientes del problema social que hay en este ámbito. Hacemos mucho trabajo en valores», indica Tomás Blanco.

Tras realizar un acto central el pasado 1 de diciembre para celebrar sus 50 años de vida, el Gibraljaire continuará con la conmemoración de esta efeméride con charlas de antiguos alumnos, una exposición o una gran jornada de convivencia.

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