Carretera de Cádiz

Parque del Oeste: conocer mejor el parque-museo de Málaga

El gestor cultural José Antonio Sierra quiere poner en marcha este año el Círculo de Amigos del Parque del Oeste y de la Térmica, para difundir en el distrito, con charlas y visitas guiadas, tanto la zona verde llena de esculturas de Stefan von Reiswitz como la centenaria Casa de la Misericordia

José Antonio Sierra, en el Parque del Oeste, delante de una escultura de Stefan von Reiswitz.

José Antonio Sierra, en el Parque del Oeste, delante de una escultura de Stefan von Reiswitz. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Además de ser desde hace 30 años el parque urbano más grande de Málaga, el Parque del Oeste alberga una fauna escultórica única, nacida de la caudalosa imaginación del artista bávaro Stefan von Reiswitz (1931-2019), afincado en Málaga capital desde 1957.    

Consciente de que Málaga tiene en realidad un auténtico parque-museo al que no le saca todo el partido que merece, el gestor cultural José Antonio Sierra, vecino de la zona desde 2002, quiere darlo más a conocer empezando por los vecinos del propio distrito donde se emplaza, la Carretera de Cádiz. Por eso, su intención es poner en marcha en septiembre, «con el nuevo curso», el Círculo de Amigos del Parque del Oeste y de la Térmica, para difundir tanto esta artística zona verde como la centenaria Casa de la Misericordia, hoy un importante espacio cultural.

La conexión irlandesa

Como detalla quien es uno de los creadores del Instituto Cervantes y ha sido fundador y director del Instituto Cultural Español de Dublín, en 2006 tuvo la oportunidad de conocer al escultor Stefan von Reiswitz, a raíz de un homenaje que encabezó para recordar a su buen amigo el pintor irlandés Jorge Campbell, afincado en Málaga durante 16 años y que hoy es recordado con una glorieta con su nombre en el Cerrado de Calderón.

El escultor alemán, en su casa de Málaga en 2006.

El escultor alemán, en su casa de Málaga en 2006. / ARCINIEGA

A partir de ahí, explica, se inició una «excelente relación» y José Antonio Sierra pudo frecuentar a este artista muy influenciado en su obra por su padre, un catedrático de Historia y arqueólogo que le insufló el amor por el pasado, de ahí que muchas de sus obras parezcan surrealistas hallazgos arqueológicos o hagan guiños a la mitología y a los bestiarios medievales.

El gestor cultural, junto a las enigmáticas esculturas togadas del Parque del Oeste.

El gestor cultural, junto a las enigmáticas esculturas togadas del Parque del Oeste. / A.V.

Para poner en marcha este proyecto, José Antonio Sierra explica que ya está manteniendo contacto tanto con el Ayuntamiento y los gestores del parque como con colectivos de la Carretera de Cádiz, la recepción está siendo muy buena y ya cuenta con el apoyo explícito de la asociación de vecinos de Santa Paula

Minotauro alado del Parque del Oeste, otra obra del artista alemán.

Minotauro alado del Parque del Oeste, otra obra del artista alemán. / ARCINIEGA

Además, como uno de los personajes centrales será el artista bávaro, el gestor cultural detalla que quiere contactar con la Embajada de Alemania para que se anime a colaborar. «Se podría hacer un premio escolar con el nombre de Stefan von Reiswitz para el alumno con el mejor artículo sobre este artista», propone. 

La idea central es que el círculo ofrezca una vez al mes visitas guiadas al Parque del Oeste para conocer mejor esta zona verde y sus esculturas, así como la figura del escultor, sin olvidar la Casa de la Misericordia. Por eso, también propone charlas sobre estas materias y que sean las bibliotecas públicas del entorno el escenario de las conferencias. 

Exposición en La Térmica en 2015.

Exposición en La Térmica en 2015. / E.P.

Las visitas guiadas, precisa, la impartirían voluntarios. Además, considera fundamental que se sumen los colegios del distrito, para que entre los más pequeños se difundan los muchos valores de un «museo al aire libre» como el Parque del Oeste así como la Térmica, la antigua Casa de la Misericordia. 

El consejo de Ortega y Gasset

«Allí están todos locos y tú también lo estás y además, como extranjero, no te van a complicar la vida», contaba Stefan von Reiswitz que le aconsejó José Ortega y Gasset, gran amigo de su madre, para que se marchara a vivir a España. A los 19 años el joven artista hizo caso al filósofo y tras recalar en Madrid y Marbella, en 1957 se afincó en la ciudad de Málaga, primero en Pedregalejo y más tarde en El Limonar.

Temprano amigo de Enrique Brinkmann, fue como él un artista rompedor y también se dio a conocer como pintor y grabador, aunque la escultura con su sello inconfundible fue lo que le convirtió en un artista valorado y popular. 

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