La nevera perdida sobre el túnel de San José

Ya hemos comentado más de una vez cómo hay lugares de Málaga que, a no ser que los concejales y, principalmente, el alcalde, los pise con ocasión de algún evento, no hay nada que hacer y pueden permanecer años y lustros en el olvido más absoluto. 

Lo podemos ver en la subida turística a Gibralfaro, un sendero que provoca vergüenza ajena y que a diario lo suben cientos de visitantes.

Subida a Gibralfaro: la desidia se consolida

Pero también sonrojan los restos -muy pronto arqueológicos- abandonados de las obras de la hiperronda en el parque periurbano de La Virreina, denunciados por los vecinos en 2010 y cuya localización exacta fue enviada por esta sección al Consistorio, acompañada de una foto aérea, en julio del año pasado. Al menos hasta este 14 de junio último, cuando visitó la zona el firmante, seguían inmutables. 

Los pecios de la hiperronda abandonados en La Virreina

Pero no sólo en el Ayuntamiento se alcanzan los más altos niveles de incompetencia por esos pertinaces agujeros negros administrativos. El Ministerio de Fomento, negociado del Gobierno central con variopintos nombres a lo largo de su historia, también ha sido un campeón de la abulia burocrática en Málaga. 

Así, su capacidad olímpica para el bostezo la padecieron durante lustros miles de turistas y visitantes, que se jugaron el físico por ir por una carretera de su competencia sin aceras ni farolas hasta el Jardín Botánico de La Concepción. 

Fue el jefe del área municipal de Medio Ambiente, Luis Medina-Montoya, quien cortó por lo sano y terminó haciendo posible las necesarias aceras y la iluminación, aunque la carretera fuera del Gobierno central. En la Demarcación de Carreteras puede que ni se hayan enterado aún de la mejora. 

Y de alguien será un fascinante paseo que transcurre muy cerca del antiguo psiquiátrico de San José. Se trata de un pasillo verde que crece sobre el mismísimo túnel de San José, es decir sobre la A7, y al que se puede acceder justo por la entrada del hoy centro asistencial San Juan de Dios pero también por unas escaleras de acceso al final de la avenida de Juan Grande, en San José.  

Es probable que este terreno, la parte superior de un túnel con un ingente número de adelfas, pertenezca al Ministerio de Fomento, aunque los caminos de la administración son inescrutables. 

Pero sea quien sea la administración competente (es un decir) al menos desde 2016 descansan sobre el túnel, a modo de versión malaguita moderna de la Tumba del Guerrero, los restos de una nevera.

¿Los retirará alguien a lo largo de este siglo? Visto el paisanaje, hay serias dudas.

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