Desahucio
Tiro de Pichón: A la calle con dos niños y en busca de un imposible alquiler
Luz Mary Raposo debe abandonar la casa en alquiler en la que vive porque el propietario quiere sacar rendimiento turístico a la parcela
Madre de dos niños, uno con autismo, lleva cuatro meses buscando un piso en vano
Málaga es la capital española con menos vivienda en alquiler a precio "razonable" para la renta de los hogares
En los últimos cuatro meses, Luz Mary Raposo, de 30 años, se ha recorrido el Tiro de Pichón, El Copo, el Camino de San Rafael, Portada Alta, Santa Julia, La Unión, Santa Cristina y la Cruz del Humilladero, «todo el distrito lo hemos andado y me piden 900 o 950 euros al mes de alquiler, agua y luz aparte», cuenta a La Opinión.
Lo más barato que ha encontrado ha sido un piso de 850 euros, pero como explica, es un cuarto piso sin ascensor y ella tiene dos niños pequeños y un carrito doble. Imposible.
La búsqueda de un piso a contrarreloj se produce porque esta colombiana, pareja de hecho de un malagueño de quien está separada y con quien tiene una niña de 15 meses y un niño de 3 años, vive desde hace casi un año en el Tiro de Pichón en una casa mata, por la que paga 300 euros, incluidos el agua y la luz, gracias a la deferencia del propietario. Sin embargo, el dueño tiene el propósito de demoler la casa en breve así como otras adyacentes de su propiedad y construir de nuevo. «Me dijo que para alquiler de alta temporada o alquiler turístico», resalta la joven, que precisa que debía haber abandonado la casa en mayo, pero no encuentra dónde marcharse a vivir.
En la actualidad, explica, trabaja limpiando casas, una actividad por la que saca unos 200 euros al mes, porque está muy condicionada por su hijo autista de 3 años, que aún no habla, tiene una edad mental de 13 meses y desde que tenía un año va a talleres para niños con trastorno del espectro autista. «El niño tiene cuatro días de terapia a la semana, muy temprano, de 45 minutos, una hora, hora y media. Yo tengo que llevarlo y también ver la clase porque no sé cómo tratar a un niño de esa condición».
Por este motivo, su familia política y su pareja de hecho le ayudan económicamente, al tiempo que recibe alimentos de una asociación de vecinos.
Luz Mary explica además que la nueva vivienda debería estar en el entorno actual, porque la guardería de su hijo le ha otorgado dos años de subvención, dado que el menor no está en condiciones aún de pasar a un colegio y en todo caso, ya tiene «los papeles firmados», para que su hijo vaya a un futuro centro educativo en la zona.
Mientras busca un piso de alquiler, una tarea por el momento imposible, esta madre explica que ha solicitado viviendas tanto en el IMV como en la Junta de Andalucía, pero ya ha sido informada de que hay largas colas de espera.
A su lado, una vecina reclama al alcalde de Málaga, «que deje los barrios para las familias, porque si vienen aquí las viviendas turísticas, ¿dónde nos vamos a ir los malagueños?, ¿dónde nos meten?», se pregunta.
Respuesta del Ayuntamiento
El concejal de Vivienda, Francisco Pomares declaró ayer a La Opinión que el Ayuntamiento actuará sobre las viviendas turísticas «en cuanto la Junta de Andalucía habilite y faculte a los ayuntamientos a tomar una serie de medidas», en referencia al próximo decreto autonómico que, como informó este periódico, deja la puerta abierta a que puedan limitar estos alojamientos en zonas concretas de la ciudad.
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