Cómo las energías renovables están recuperando la fauna local en Málaga

Compartir y no competir por los terrenos. Alrededor de esta idea Endesa está desarrollando distintos proyectos en Málaga para convertir sus plantas fotovoltaicas en espacios de valor para toda la comunidad.

Juan Abad Arranz, responsable de medio ambiente de Enel Green Power España, filial de renovables de Endesa, en diálogo con La Opinión de Málaga, explica las iniciativas que se están llevando a cabo en la región. Entre ellas, destacan las medidas aplicadas en las plantas fotovoltaicas La Vega I y La Vega II, en las que se están realizando distintas acciones con el fin de resguardar la flora y fauna local, además de asegurar la sostenibilidad.

Pero… ¿Qué es una planta fotovoltaica?

Antes de detallar las acciones que Endesa desarrolla en la zona de Málaga, vale detenerse un momento a explicar qué es una planta fotovoltaica. Estas plantas están configuradas por una serie de paneles que, tras captar la radiación solar, transforman la luz en energía eléctrica.

“Las plantas fotovoltaicas son una manera muy sostenible y limpia de obtener energía”, resume Abad, a la vez que asegura que “cada planta solar que se construye tiene un estudio previo medioambiental muy exhaustivo y específico que conlleva la implantación de medidas ambientales de distinta índole para garantizar el máximo nivel de protección de la naturaleza y la práctica eliminación de cualquier posible impacto".

Y esta es la clave para Endesa, adaptarse a lo que ofrece la naturaleza, en este caso el sol, para lo que la sociedad necesita en el día a día, como lo es la energía, pero haciéndolo de forma sostenible.

El impacto real de estas plantas en Málaga

Endesa, a través de sus proyectos renovables en Málaga, busca impulsar el desarrollo de energías limpias, pero contando con las comunidades locales, tanto a nivel social como económico, contribuyendo además de contribuir al cuidado del medio ambiente.

Abad, como responsable de medioambiente, afirma que se centran en “colaboraciones con entidades locales para diseñar y adaptar cada proyecto a las necesidades que requiere ese entorno natural”. Por lo tanto, podemos afirmar, por ejemplo, que no es lo mismo una planta fotovoltaica en Málaga que una en Extremadura.

En Málaga, las plantas solares de Endesa que se ubican en Teba, se trata de las plantas La Vega I y La Vega II. Una vez en actividad, constantemente se realizan distintas iniciativas voluntarias para mejorar el estado de estas plantas y, así, contribuir al sector primario y al medio ambiente.

Entre ellas, una de las más actuales es la instalación de nidos para pequeñas rapaces y quirópteros. Esta acción persigue dos objetivos; por una parte, aumentar la población de aves, como el cernícalo o el autillo, mientras se ayuda al control biológico de roedores y plagas.

Además, se están instalando bebederos y hoteles de insectos para repoblar una zona con actividad agrícola intensiva previa y se está reforzando la vegetación en los campos solares para mejorar el terreno y potenciar la biodiversidad y el hábitat de aves, artrópodos y el propio pasto para las ovejas que se alimentan en la planta.

Acciones para incentivar la agricultura y el negocio local

Respecto a las energías renovables, el responsable de medio ambiente de Enel Green Power España asegura que “España es punta de lanza, está un paso por delante en Europa”. “Se está trabajando para que la energía solar sea compatible con el sector primario de la agricultura”, agrega Abad, a la vez que resalta la idea de “no competir, sino compartir el terreno”.

En este sentido, el experto cuenta que se están haciendo acuerdos con entidades locales, universidades e instituciones públicas para lograr el correcto engranaje entre las plantas fotovoltaicas y las actividades agrícolas. En definitiva, para Abad es una relación win-win, en la que ambas partes se benefician de la otra.

Otra de las iniciativas que se prevé comenzar a implementar este año es la instalación de un nuevo apiario. En este caso, se ha contactado con un apicultor local para la puesta en marcha de colmenas y, de esta forma, impulsar el comercio local.

Además, en las plantas fotovoltaicas de La Vega I y La Vega II se cuenta con un pastor local que tiene a sus ovejas en dichos terrenos. “De esta manera, el pastor se beneficia del terreno de la planta y sus ovejas actúan como la maquinaria perfecta para el desbroce natural de las hierbas que crecen en el terreno”, concluye Abad.