Crónicas de la ciudad
Tribuna de los Pobres: aquí falta un paso de cebra
Aunque en Carretería tenga prioridad el peatón, el cruce constante de personas a la altura de la famosa escalinata ganaría en seguridad si volviera el paso de cebra
Fue casi un simbólico escopetazo de salida, aunque tuviera lugar hace ya algunos años. El protagonista fue el número 30 de calle Carretería, el edificio de los recordados muebles Manuel Davó y por desgracia, uno de los inmuebles más feos de España, en la misma línea que el Palacio de Villalón cuando parecía un deprimente cuarto de baño, antes de convertirse en el Museo Carmen Thyssen.
La transformación del número 30 en un edificio aligerado de tantos horrores estéticos hizo ver a muchos malagueños que la calle Carretería tenía solución.
Hace unos días se abrió al tráfico a vehículos de residentes y autorizados el tramo entre el Pasillo de Santa Isabel y calle Ollerías, una esperanzadora obra de semipeatonalización que da prioridad al peatón, limita a 20 kilómetros por hora la velocidad e iguala calzadas y aceras, una ‘plataforma única’ que al eliminar los bordillos será un alivio para las personas con movilidad reducida pero también una tentación muy alta para coches, camiones y furgonetas que tengan que aparcar por cualquier menester fuera de los lugares autorizados.
El cambio a mejor para los peatones es más que evidente y hay que felicitar al Ayuntamiento por estas obras, en su inmensa mayoría costeadas gracias a la Unión Europea.
Lástima que las obras de las vecinas plazas de San Pedro Alcántara y del Teatro se estén haciendo con el mismo dinero europeo pero con la oposición frontal de los vecinos, como han dejado claro más de una vez en este diario la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga, debido a un errado diseño ‘probotellonero’ no consensuado con ellos, avisan.
El caso es que la conversión de calle Carretería en calle residencial no garantiza que todos los conductores que transitan por ella se comporten con el respeto debido a las normas de tráfico y los coches mal aparcado restan visión al peatón a la hora de cruzar.
En particular, quedan bastante expuestos en el cruce con la Tribuna de los Pobres, un punto de trasiego peatonal constante, incluido el tráfico de turistas con maletas.
Por muy bienintencionadas que sean las señales de calle residencial y sus limitaciones de velocidad, varios malagueños han hecho llegar a esta sección la sensación de inseguridad que les transmite este cruce después de que no se haya repuesto el paso de cebra que existía antes de las obras.
Podemos confiar en el civismo y en los reflejos de los conductores pero la seguridad vial en este punto ganaría muchos enteros si el paso de cebra volviera. Y si está programado, ya tardan.
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