Málaga escapa a la caída andaluza de las exportaciones pero crece el temor por el impacto de la sequía

Málaga sigue manteniendo en este 2023 un nivel récord de exportaciones aunque instituciones tan representativas del empresariado como la Cámara de Comercio muestran una gran preocupación por el impacto que ya está teniendo la sequía en el comercio exterior andaluz. La provincia malagueña ha registrado hasta el mes de julio un total de 1.802 millones de euros en mercancías vendidas al extranjero, con una subida del 10,2% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y la agencia andaluza Trade. Las cifras mantienen la buena dinámica de 2022, cuando se alcanzó un techo histórico de 2.880 millones de euros. De seguir la evolución actual, 2023 dejará atrás esa marca superando los 3.000 millones.

La provincia está escapando así, de momento, al retroceso que ya sufren las exportaciones andaluzas en este 2023, en un contexto marcado por la bajada hasta julio del precio internacional de la energía y las materias primas industriales (combustibles, hierro y acero, algunos minerales, por ejemplo) y la sequía, que afecta seriamente al campo. Andalucía registró hasta julio exportaciones por valor de 22.744 millones de euros, con una bajada del 9% sobre el año anterior, aunque sigue como segundo mejor registro histórico de la comunidad para los siete primeros meses de un año.

El crecimiento porcentual de Málaga es el mayor de todas las provincias andaluzas, muy por delante de Almería (2,6%) y Sevilla (1,2%). El resto ha sufrido retrocesos que, en el caso de Cádiz, llegan al 23,6%. En números reales, Málaga es la quinta provincia en volumen de ventas. Las que más exportan son Cádiz y Huelva, ambas con más 4.700 millones hasta julio.

El presidente de la Cámara de Comercio de Málaga, Sergio Cuberos, afirmó ayer a este periódico que las exportaciones de la provincia se mantienen «fuertes» por la pujanza de segmentos como el tecnológico y por los altos precios que están alcanzando algunos productos agroalimentarios en esta coyuntura seca y de bajas cosechas. Sin embargo, advirtió de que la sequía, si no se pone remedio, pasará factura tanto a las cifras de comercio exterior como al interior.

«Es algo que nos preocupa mucho porque la falta de agua va a llevar al encarecimiento general de los productos. En realidad, estamos exportando menos toneladas de aceite, mango y aguacate que antes porque la producción es menor y, si no hay agua, las previsiones seguirán a peor. Al final, todo esto lleva a productos más caros, tanto el que se destina a exportación como el que se queda en el mercado nacional», explica.

Cuberos afirma que, contrariamente a lo que se pueda pensar, tampoco a las cadenas de distribución les interesa que el aceite, por ejemplo, esté al doble de precio que su valor normal, porque al final el cliente reduce su consumo.

El responsable de la Cámara reclamó a las administraciones que realicen las inversiones necesarias en infraestructuras hidráulicas. «Es un problema que debe solucionarse ya, al margen de que llueva en los próximos meses o no, porque no podemos vivir permanentemente en esta situación de incertidumbre cada vez que hay sequía», apuntó.

El lastre de la sequía

Lo cierto es que la falta de agua está afectando a la factura exterior de productos tan importantes para el campo andaluz como el aceite de oliva o las frutas, aunque Andalucía, con 8.600 millones de euros en exportaciones agroalimentarias, comparte con Cataluña el liderazgo a nivel español por la buena marcha de las hortalizas. La sequía ha motivado que el aceite de oliva, en concreto, haya bajado este año sus exportaciones un 10,1%, hasta los 1.724 millones, si bien Andalucía mantiene el primer puesto nacional, con el 73% de la factura española.

«La menor producción motivada por la sequía afecta a las ventas principalmente de aceites a granel, como se desprende de la bajada del mercado italiano, de un 37%, así como de un descenso de las ventas en toneladas, de un 39%, mucho mayor que la bajada de la factura internacional, de forma que la caída del valor de las ventas se amortigua por un aumento de los precios del 24%», explicó ayer la Agencia Trade.

La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, reclamó la intervención del Gobierno en la lucha contra la sequía mediante la ejecución de las infraestructuras hidráulicas que se enmarcan dentro de sus competencias y que alcanzan el 67% del total, así como la posibilidad de dedicar los fondos europeos a la construcción de dichas infraestructuras.

La consejera explicó, en comisión parlamentaria, que la sequía constante incide drásticamente en la economía andaluza. «Impacta en el 26,1% de nuestra economía y en el 24,8% del empleo. La Junta es plenamente consciente de que Andalucía, por su situación geográfica y sus características socioeconómicas, es particularmente vulnerable a los efectos del calentamiento global, no sólo en la agricultura, sino también en otros sectores claves, como el turismo y la industria», dijo.

España añadió que, por especialización productiva, Andalucía acusa un mayor grado de exposición a la sequía que la economía nacional. El 32,4% de las exportaciones andaluzas se engloban en la categoría de productos alimenticios, el doble que las contempladas en la media del resto de España, que son de un 16,5%.

Según sus datos, el impacto económico en el sector agro de Andalucía se refleja en una caída generalizada de los ingresos medios de las cosechas en un 35%, con el olivar como el más afectado, con pérdidas evaluadas de hasta un 36,6%, mientras las previsiones técnicas arrojan una subida del 116% en los costes de producción del sector ganadero, y un descenso de la producción del olivar de un 60%, de los cítricos de un 40%, y del arroz de más del 90%. De ahí que la consejera reclamara la actuación «inmediata» del Ejecutivo central en la ejecución de sus competencias.

Por parte de la oposición, la diputada del PSOE Alicia Murillo criticó que el Gobierno andaluz «intente lanzar el balón fuera y que se pite el final del partido sin tomar decisiones estratégicas». La portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, reprochó a la consejera la falta de una estrategia. «No hay una planificación de la diversificación productiva y optimización de los recursos», lamentó. Por Vox, Cristina Jiménez reconoció que la sequía está «ahogando» al sector primario», pero criticó «la religión climática» de «lobbies europeos y americanos».