Dos médicos y ningún pediatra para los 5.000 vecinos de Santa Rosalía-Maqueda

Los vecinos de Santa Rosalía-Maqueda exigen una mejora de las condiciones de su consultorio que, actualmente, cuenta con tan solo dos médicos para atender a los casi 5.000 habitantes del barrio. Por ese motivo, demandan una ampliación del centro y la incorporación de un pediatra que pueda atender a la población infantil.

Salvador Córdoba, vecino del barrio, denuncia que la infraestructura del consultorio es la misma que hace tres décadas y que dos médicos ya no son suficientes para cubrir las necesidades de toda la población, que ha crecido exponencialmente en los últimos años por la evolución y construcción de nuevas viviendas.

Recogida de firmas

La elevada carga de pacientes que tienen los dos únicos doctores del consultorio provoca que haya listas de espera de hasta dos semanas. Jorge Vidal, un vecino del barrio, acudió por culpa de la gripe, pero cuando logró que le atendiesen, dos semanas después, ya la había pasado. «Al final la gente acaba desplazándose hasta Campanillas, la Estación de Cártama o un médico de pago, pero eso no puede permitírselo todo el mundo, especialmente las personas más mayores que no tienen tan fácil coger el transporte público», explica Salvador, que, ante esta situación, decidió iniciar una recogida de firmas para solicitar una ampliación del consultorio y la incorporación de un pediatra. 

En menos de una semana, recogieron 655 firmas que entregaron en la alcaldía de Campanillas para que se las hiciese llegar al Servicio Andaluz de Salud (SAS). «La culpa no es de los doctores que están desbordados, sino que necesitan ayuda. En época de campaña de gripe, o de covid en su momento, esto es un colapso total», lamenta Salvador, que asegura que al final mucha gente mayor se acaba yendo a Campanillas porque solo con las vacunas los médicos no dan abasto durante esos meses. Por lo que, un año más, vuelve a temer la saturación que pueda generarse con la nueva campaña de la gripe que está prevista que comience a mediados de octubre. 

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Dos médicos y ningún pediatra

A cada uno de los dos médicos del consultorio les corresponden un cupo máximo de 1500 pacientes. Sin embargo, actualmente, gestionan un cupo de 1.895 y otro de 1.941 pacientes, a los que hay que sumar los aproximadamente 900 niños que viven en el barrio, según los datos facilitados por la Delegación Territorial de Salud de Málaga. 

El delegado de Salud de la Junta de Andalucía en Málaga, Carlos Bautista, ha reconocido que existe un problema de déficit de personal sanitario en Santa Rosalía-Maqueda, pero que no es el único, sino que se trata de un «problema generalizado». «Sabemos que es responsabilidad del Gobierno de la Junta de Andalucía intentar solucionar estos problemas, pero esta enorme y brutal cantidad de déficits estructurales que tenemos en la provincia de Málaga no se pueden solucionar en cuatro años», explica Bautista, que recuerda la dificultad añadida de la pandemia. 

«La administración de entonces decidió poner un consultorio ínfimo, donde antes había un supermercado, con una cantidad de carencias tremendas que reconocemos totalmente, pero indudablemente tenemos otros sitios con muchísimas más carencias que además atienden a muchísima más población», señala el delegado, que insiste en que, aunque haya otras prioridades, no significa que no les preocupe el problema. 

Buscando alternativas

En este sentido, asegura que ya están trabajando en «darle la vuelta» a la sanidad pública de Málaga y que en los últimos años han actuado donde había mayores déficits, con acciones como la reapertura del Hospital del Guadalhorce, Hospital de Estepona o la puesta en marcha de la construcción del nuevo Hospital de Málaga, que contará con más de 800 habitaciones. No obstante, el propio consejero admite que existe un problema de falta de pediatras, tanto en Málaga como en otras comunidades, pues «no encontramos los suficientes».

En cuanto al caso concreto de Santa Rosalía-Maqueda, afirma que ya están trabajando con el Distrito Sanitario para intentar buscar una ubicación alternativa y pide disculpas por «todos los inconvenientes que podamos tener». 

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