La Virgen de los Ángeles baja del altar mayor

El sábado pasado esta sección se quedó en la terraza del Asilo de los Ángeles y pudo comprobar los estragos que una gestión urbanística imprudente ya causa -y causará- en una de las vistas más conocidas de la ciudad. El motivo, la llegada de los dos ‘dinosaurios’ del cuento de Monterroso, las pésimamente emplazadas Torres de Martiricos, aumentadas de altura por la impericia municipal. 

El atentado paisajístico, desde el Asilo de los Ángeles

Este sábado dejamos a estas dos criaturas setenteras para entrar en el Asilo de los Ángeles de la mano del presidente de su patronato, el siempre generoso y trabajador Luis Plaza, que lleva más de 40 años ofreciendo su tiempo y dándolo todo por esta institución benéfica. 

Como ya informó este periódico en 2019, el asilo tiene un serio problema por el paso (erosionante) del vecino arroyo de los Ángeles, lo que ha inclinado hacia la izquierda toda su centenaria estructura, pues como muchos saben, originalmente se trató de un convento franciscano que comenzó a construirse en 1574. En el momento de la visita de esta sección, a mitad de septiembre, el antiguo convento lucía varias catas a modo de heridas de guerra, a la espera de la operación de urgencia.  

Las catas en el antiguo claustro permiten comprobar con qué humildes pero eficaces materiales se levantó esta centenaria construcción, que hoy como ayer sigue realizando una inmensa labor social. 

Pero sin duda lo más llamativo aguarda en la iglesia, porque con vistas a las obras, la imagen de la Virgen de los Ángeles ha sido bajada del altar mayor y se encuentra a la misma altura que el visitante.  

Luis Plaza explica que esta talla, una de las más antiguas Vírgenes de Málaga -salvada de las quemas vandálicas del 31- procedía a su vez del convento franciscano de San Luis el Real, el de la plaza de San Francisco, del que hoy nos queda el antiguo Conservatorio María Cristina. 

Del XVI, aunque con policromía del XVIII, la talla fue restaurada hace algo más de una década por Enrique Salvo y emociona ver esta hermosura tan cerca, una vez recuperado todo su esplendor. 

También es esplendorosa la antigua iglesia del convento de los Ángeles, con su profusa decoración barroca en las alturas, con sus papas franciscanos contemplando a los feligreses desde arriba y una vez más, con prometedoras catas que anuncian que queda mucha pintura mural por rescatar de este histórico espacio.

El Asilo de los Ángeles dio la voz de alarma y el Ayuntamiento de Málaga recogió el guante. El viejo convento franciscano bien merece el dinero de los malagueños para que lo sigamos disfrutando. 

Suscríbete para seguir leyendo