Crónicas de la ciudad

Basura a espuertas en el solar de Repsol

Tras la explanada donde se celebra el mercadillo de Huelin se acumula una ingente ola de porquería de los más diferentes procedencias.

Basura en los terrenos de Repsol, la semana pasada.

Basura en los terrenos de Repsol, la semana pasada. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En 2003 se anunció el traslado del mercadillo de Huelin, que se mudó de su barrio original a la avenida de Europa por el colapso que se formaba en el barrio y las consiguientes quejas vecinales. 

Su nuevo emplazamiento se situó dentro de los antiguos terrenos de Repsol, en una explanada acondicionada que sólo en los últimos tiempos ha ‘subido’ en confort, con la llegada de toldos municipales. Nunca es tarde si la dicha es buena. 

Como resultado de tan enorme explanada y del mercadillo solía producirse en su parte norte una suerte de ‘línea Maginot’ de porquería, de la que ya hablamos en alguna ocasión, es decir, una barrera artificial de basuras varias que chocaba con el murete que separa el terreno del resto de la finca, por lo que no hacía más que aumentar. 

La parte interior, sin basura la semana pasada, en el aparcamiento de los terrenos de Repsol.

La parte interior, sin basura la semana pasada, en el aparcamiento de los terrenos de Repsol. / A.V.

Con el paso del tiempo y el tesón de algunos, esta línea de inmundicias ha ido aminorando. De hecho, cuando esta sección visitó la explanada la semana pasada estaba prácticamente impoluta. 

El problema es que la porquería en Málaga, al igual que la energía, a veces no se destruye sino que ‘se transforma’ y en este caso habría que precisar que se ‘traslada’ unos metros más arriba. Es un fenómeno del que esta sección ya dio cuenta hace tres años, de tal manera que los terrenos de Repsol que aún son ‘pleno campo’ se encuentran inundados de basura en la parte más próxima al llano del mercadillo. 

Se trata de una auténtica ola de cochambre, parte de ella producida por homínidos sin identificar que entran con sus vehículos, sueltan la basura y regresan a su mundo selvático particular (Alberti diría a su 'arboleda perdida’). 

Otro detalle de la basura, en el solar de Repsol.

Otro detalle de la basura, en el solar de Repsol. / A.V.

La acción de estas criaturas del Neolítico y épocas anteriores ha convertido los terrenos aún municipales de Repsol en un próspero vertedero. 

Mientras termina de perfilarse la indecencia urbanística que dejará este masificado rincón de la capital con 100.000 m2 menos de zona verde, bien podría nuestro Consistorio limpiar con más asiduidad este ‘totum revolutum’ de porquería.

La basura, a pocos metros del aparcamiento donde se celebra el mercadillo de Huelin, en los terrenos de Repsol.

La basura, a pocos metros del aparcamiento donde se celebra el mercadillo de Huelin, en los terrenos de Repsol. / A.V.

En el paseo de la semana pasada, esta sección localizó la mugre más variada: ropas de todas las tallas, paraguas, sacos de escombros, naranjas, botellas de vidrio y de plástico, zapatillas deportivas, latas, cajas de frutas, muebles y ya en el interior del solar, más cerros de escombros. 

Escombros en el corazón del solar de Repsol.

Escombros en el corazón del solar de Repsol. / A.V.

Habrá que subrayar que la porquería no ha desaparecido sino que se ha limitado a mudarse de sitio. Si la Policía Local sorprendiera a algunos de estos mastuerzos depositando sus dones, mejor que a comisaría que los dejen en la sección de Prehistoria del Museo Arqueológico, por primitivos.  

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