Sanidad

El miedo a perder el empleo, una preocupación extra para los pacientes con cáncer

La Asociación Española contra el Cáncer denuncia que las personas que sobreviven a un cáncer tienen un 34% más de probabilidad de perder su trabajo

En el año 2023 más 19.800 personas fueron diagnosticadas de cáncer en edad laboral en Andalucía

La Asociación Española contra el Cáncer denuncia que las personas que sobreviven a un cáncer tienen un 34% más de probabilidad de perder su trabajo

La Asociación Española contra el Cáncer denuncia que las personas que sobreviven a un cáncer tienen un 34% más de probabilidad de perder su trabajo / La Opinión

Arancha Tejero

Arancha Tejero

Si sufrir un cáncer no es suficiente impacto psicológico y físico, los pacientes tienen que sumar además la preocupación por la inestabilidad laboral o incluso el riesgo de despido por culpa de su enfermedad. En concreto, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) denuncia que los supervivientes de cáncer tienen un 34% más de probabilidad de perder su empleo frente a la población general.

Cuando se habla de cáncer, uno siempre piensa en la dureza del tratamiento o en las probabilidades de superarlo. Sin embargo, es igual de importante preguntarse qué pasa tras la supervivencia y no olvidarse de los obstáculos a los que se enfrentan los pacientes una vez que superan la enfermedad, especialmente en el ámbito laboral, sobre el que la AECC ha querido poner el foco con motivo del Día Mundial del Cáncer de este año, que se celebra el próximo domingo 4 de febrero.

“El 38% de los pacientes diagnosticados están en edad laboral y el 34% de estos pacientes están en alto riesgo de perder sus puestos de trabajo o verse obligados a tener que dejarlo como consecuencia de la propia enfermedad”, advierte Joaquín Morales, presidente provincial de la AECC en la provincia de Málaga, que añade que, en el caso de las personas que sí que tienen una situación laboral estable, tendrán que afrontar una reducción de su nómina del 25% como consecuencia de la incapacidad temporal. 

Ahogo económico

Si a estas cifras se le suma que las personas con un cáncer tienen que asumir unos gastos extraordinarios superiores a los 10.000 euros como consecuencia de la propia enfermedad, “deja a los pacientes de cáncer en una situación de muchísima vulnerabilidad”, subraya Morales, que insiste en la importancia de proteger a estos pacientes, que “bastante tienen con estar diagnosticados de cáncer con las consecuencias que esto conlleva”. 

Según Olga Santiago, trabajadora social de la AECC, el 90% de las demandas que les trasladan los pacientes tienen que ver con la situación laboral, pues afirma que la incertidumbre de no saber qué ocurrirá cuando termine el tratamiento genera “mucho miedo y angustia” en los pacientes. Solo en Andalucía, a lo largo de 2023, 19.808 personas fueron diagnosticadas de cáncer en edad laboral. 

Estas casi 20.000 personas, tal y como destaca el presidente de la asociación en Málaga, suelen enfrentarse, por tanto, a tres situaciones una vez superan el cáncer: encontrarse despedido o sin renovación de contrato, con una reducción de su nómina o, incluso, verse en la necesidad de abandonar su puesto como consecuencia de sus condiciones físicas o emocionales que le impidan poder seguir trabajando. 

La terapia de pareja puede ser fundamental durante el proceso de recuperación del cáncer

La terapia de pareja puede ser fundamental durante el proceso de recuperación del cáncer / Freepik

“Muchos de ellos tienen dolor crónico o tienen que continuar con algún tipo de medicación que dificulta esa reincorporación. Ahí aparecen los miedos y muchos se ven obligados a abandonar el trabajo porque no se ven capaces o porque sus condiciones físicas no acompañan”, explica Jaime Mena, psicooncólogo de la AEEC, que recuerda que el miedo a que la enfermedad vuelva a aparecer, puede generar grandes problemas de ansiedad, que acaban afectando a la propia producción. 

Una preocupación extra

“En consulta nos encontramos con el gran problema de que muchos pacientes no han llegado ni a terminar el propio tratamiento y de repente cambia su foco de atención. Ya no se preocupan por cómo le va a ir o cómo va a salir la prueba, sino que empiezan a preocuparse por qué va a pasar después de todo esto”, señala el especialista, que advierte del gran estrés que eso supone para los pacientes, sobre todo cuando se ven obligados a buscar un nuevo trabajo y se les suma el miedo de no ser capaces de encontrarlo.

En este sentido, Santiago denuncia que, en general, la situación es de “desprotección” para los pacientes con cáncer en edad laboral y que por parte de las administraciones no existe ningún plan de protección para sufragar gastos de la enfermedad. Por ese motivo, desde la asociación cuentan con unas medidas de apoyo económico para ayudar a los pacientes con los gastos de la enfermedad, que incluye desde medicamentos, hasta el pago de alquileres o materiales ortopédicos. En el año 2023 la sede provincial de Málaga destinó 31.170 euros a esta partida. 

Sin fuerzas para denunciar

“Las empresas cuentan con que los trabajadores no van a denunciarlas. De hecho, cuando les despiden en la mayoría de los casos están en pleno tratamiento y no se ven con fuerza para afrontar la situación de tratamiento más la situación de juicio y abogado”, apunta Santiago, que pone de ejemplo a una paciente que la semana pasada acudió a ellos porque nada más comenzar las pruebas la despidieron. “Pero nos decía que no tenía fuerzas para denunciar”, recalca.

Un paciente recibe un tratamiento de quimioterapia.

Un paciente recibe un tratamiento de quimioterapia. / EPE

A la hora del despido, las empresas suelen alegar baja capacidad laboral para desempeñar el puesto, lo cual, recuerda Santiago, es un despido objetivo. “Por ese motivo pedimos a las empresas que se sensibilicen con la situación y que se regulen un poco los despidos, para que quede reflejado que no se pueda despedir por un diagnóstico de cáncer, aunque sea por causas objetivas”, concluye la trabajadora social. 

Los datos revelan que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres va a padecer cáncer a lo largo de su vida, de manera que poner solución a esta problemática se convierte en una tarea fundamental, según el presidente de la AECC, que recalca la importancia de que las administraciones e interlocutores sociales analicen esta problemática “desde la seriedad y profundidad que requiere este asunto”.