Basketball Champions League

El Unicaja se tira al abismo en Europa

Derrota estrepitosa 86-63 ante el Baxi Manresa, que obliga ahora a los verdes a ganar los dos próximos partidos para poder colarse en la lucha por el título continental

El Unicaja no dio la cara en Manresa.

El Unicaja no dio la cara en Manresa. / BCL

Emilio Fernández

Emilio Fernández

Jugar la ansiada Final Four de Bilbao va a exigirle al Unicaja poco menos que un milagro. El equipo verde perdió este martes de manera estrepitosa 86-63 en el Nou Congost en el arranque del play off de cuartos de final de la Basketball Champions League (BCL). El Baxi Manresa se coloca así con 1-0 a su favor y reafirma su condición de favoritísimo a estar en la lucha definitiva por el título de la competición FIBA. Pensar cualquier otra cosa ahora mismo es una quimera.

Lo de este primer partido fue sangrante, es verdad. Impropio de un equipo profesional. El día "d" y a la hora "h" resulta que el Unicaja no hizo acto de presencia en el Nou Congost. Los catalanes fueron un vendaval y el Unicaja un muñeco del "pim pam pum" para el Baxi. Pero ¡ojo!, que a nadie se le olvide que estamos en un play off. Que da lo mismo perder por 1 que por 40. Creo que esta paliza tiene que remover conciencias y sacar el orgullo a flote (si es que lo tiene) de una plantilla que ganando por 1 en el Carpena el martes que viene y por 1 la semana siguiente en Manresa le vale para ser finalista europeo. Estoy seguro de que el Unicaja no se va a rendir, pero hay que ser realistas y el reto que hay por delante es mayúsculo porque estos 40 primeros minutos de la eliminatoria han sido tétricos para el Unicaja y esplendorosos para su rival.

En su ambiente, con un lleno hasta la bandera (¡qué envidia sana!) y el calor de su ruidosa gente, el Baxi de Pedro Martínez no dio ninguna opción. Ganaban por 16 en el minuto 5, por 25 al final del primer cuarto y por 28 en el esprint final del primer tiempo. Increíble, pero cierto. Mientras, el Unicaja hizo uno de los mayores ridículos que se le recuerdan. Y es que una cosa es perder, otra es jugar mal y otra muy distinta mancillar una camiseta y un escudo de la manera que lo hizo una plantilla sin ganas, sin espíritu y sin ningún argumento baloncestístico que echarse a la cara.

No es día para señalar a ningún jugador en particular porque prácticamente todos estuvieron penosos (salvo a Barreiro esta vez). Pero no entiendo el papel de Cameron Oliver en este Unicaja. Cada partido que pasa pisa menos la pintura y tira más lanzamientos exteriores. Llegó porque faltaba músculo y físico en la zona, pero resulta que juega más de alero que de interior. Yo no lo entiendo y que nadie se moleste en explicármelo... porque no lo voy a entender.

La verdad es que el partido amenazó ruina desde el mismo salto inicial. Y es que lo del primer cuarto fue ya un desastre absoluto. No se puede consentir lo que pasó en esos primeros 10 minutos. El Baxi Manresa, jugando a lo suyo, pasó por encima de un Unicaja asustado, perdido y superado en intensidad, en actitud y en todo. Sin selección de tiro (0/18 en lanzamientos), sin rebote y sin defensa, el Baxi Manresa pasó por encima de los verdes para delirio del Nou Congost. Fue dañino a los ojos el 16-0 a favor de los locales del minuto 5, ante un Unicaja que no encontró ni un solo jugador, ni de los 5 que empezaron ni de los que se incorporaron desde el banquillo, con fortaleza mental para oponer resistencia al vendaval catalán.

La cosa fue a peor en el segundo cuarto. El Unicaja siguió negado en ataque y el equipo local corriendo y anotando con facilidad pasmosa. El 33-4 del minuto 12 hizo todavía más grande la herida de un grupo de jugadores superados por la situación. La primera canasta en juego del Unicaja fue de Abromaitis ¡¡¡a 6:02 del descanso!!!, 33-7. Imposible así competirle a nadie. El rival bajó un poco el pistón en su defensa y los de Los Guindos incluso soñaron con alcanzar el intermedio por debajo de los 20 de desventaja. Pero tres triples seguidos del Baxi devolvieron la paliza al marcador, que llegó al ecuador con 47-21.

El intercambio de canastas del tercer cuarto dejó contentos a los locales... y casi también a los cajistas, que frenaron la sangría por debajo de los 30 de desventaja y alcanzaron el minuto 30 con 24 de retraso, 67-43. El último cuarto fue una simple cuenta atrás de minutos en busca del bocinazo final, que llegó con el 86-63 que cerró la fiesta local y el ridículo estrepìtoso cajista.

Nadie dijo que iba a ser fácil. Tampoco pensábamos ninguno que iba a ser un desastre así. El caso es que la primera oportunidad para ganar en el Nou Congost salió cruz. La Final Four está un poquito más lejos, es verdad, pero sigue al alcance de la mano. Hay que ganar el Martes Santo en el Carpena y asaltar, esta vez sí, la pista manresana en un par de semanas en el que sería el tercer partido de la serie. Tan cerca... tan lejos.

Ficha técnica:

86. BAXI MANRESA (29+18+20+19) Dani Pérez (9), Thomasson (16), Vaulet (9) Moneke (11) y Bako (9)–cinco inicial– Francisco (12), Rafa Martínez (3), Maye (7), Steinbergs (3), Naspler (-), Valtonen (3) y Sima (4).

63. UNICAJA MÁLAGA (4+17+22+20) Alberto Díaz (8), Brizuela (2), Barreiro (16), Abromaitis (9), Guerrero (-) -cinco inicial– Alonso (4), Bouteille (8), Kravic (6), Mooney (2), Oliver (6), Nzoza (-) y Suárez (2).

Árbitros:Yohan Rosso (FRA), Zafer Yilmaz (TUR) y Wojciech Liszka (POL). Sin eliminados

Incidencias: Primer partido de cuartos de final la Liga de Campeones disputado en el pabellón Nou Congost ante 4.900 espectadores.

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