Saint-Supéry brilla en el Tizona de Burgos

Mario Saint-Supéry lleva tres semanas compitiendo en LEB Oro. Un tiempo prudencial en el que debería buscar los tiempos para adaptarse a los sistemas del Tizona de Burgos de Diego Ocampo y a jugar con sus nuevos compañeros. Sin embargo, el tiempo le está dando la razón al Unicaja y a los motivos que hubo para ceder al joven canterano porque, con solo un mes en su nuevo equipo, se ha convertido en uno de los nombres de la competición.

La calidad del malagueño es indudable. Ha acelerado todos los procesos tras deslumbrar con las categorías inferiores de la selección española y al entrenar como uno más con el primer equipo del Unicaja. Necesitaba minutos para desarrollarse, para aprender y equivocarse, y está cumpliendo a las mil maravillas.

Tres partidos, dos MVP

El último deslumbre llegó este mismo fin de semana frente al Fuenlabrada, equipo recién descendido de Liga Endesa. Ganó el Tizona -no ha perdido desde la llegada de Saint-Supéry-, pero los números del malagueño son de pura estrella en la categoría: 18 puntos (2/4 en tiros de 2, 2/3 en triples y 8/10 en tiros libres), 2 rebotes, 4 asistencias y 7 faltas recibidas para firmar 23 de valoración en 24 minutos, además de un rendimiento muy positivo en pista con un +10. Casi nada.

No ha sido el único partido de gran impacto que ha tenido. De hecho, han sido todos. Ya maravilló en su debut ante el Alimerka Oviedo: 14 puntos (4/7 en en tiros de 2, 2/3 en triples y 0/1 en tiros libres), 3 rebotes, 3 asistencias y 14 de valoración con un +15 en pista en 16 minutos. O su encuentro frente al Guipuzkoa Basket: 10 puntos (1/2 en tiros de 2, 2/4 en triples y 2/3 en tiros libres), 1 rebote, 2 asistencias y 7 de valoración en 15 minutos.

En definitiva, un primer mes en LEB Oro casi de sobresaliente para regresar al Unicaja como un jugador mucho más hecho y así tener continuidad a nivel de minutos con el primer equipo.