Investigación

El edificio del Aula del Mar reabrirá para acoger un observatorio submarino de alta tecnología

El Ayuntamiento de Málaga, a través del OMAU, va a alquilar a AVRA el inmueble para convertirlo en un centro de interpretación tecnológico del ecosistema marino de la capital

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

El edificio del Palmeral de las Sorpresas que hasta finales del año pasado acogió el Museo Alborania del Aula del Mar -ahora disuelta y dividida en una asociación y una fundación- volverá a la vida antes del verano.

El Ayuntamiento de Málaga, a través del Observatorio de Medioambiente Urbano (OMAU), está ultimando las negociaciones con la Agencia de Vivienda y Rehabilitación (AVRA) de la Junta de Andalucía para alquilar el edificio.

«Estamos ya a punto de cerrar el contrato», explica a este periódico el director del OMAU, Pedro Marín, que añade que contarán con la participación de los miembros del Aula del Mar para desarrollar esta iniciativa.

Y es que, con esta segunda vida, el inmueble seguirá vinculado a la observación y el estudio de los ecosistemas marinos, en este caso, funcionando como un centro de interpretación tecnológico vinculado al proyecto Life Watch Alborán, cofinanciado con fondos europeos.

Imágenes en tiempo real

En concreto, estará relacionado con uno de los objetivos del proyecto, en concreto, con el programa Mareto «Málaga Real Time Observatory», que pretende establecer un observatorio submarino en el que se podrá acceder a información e imágenes en alta resolución de la biodiversidad de la costa de la capital malagueña.

Así, en este edificio se proyectarán imágenes en tiempo real que serán captadas por una boya instalada a la altura de los Baños del Carmen, a dos kilómetros mar adentro.

Aunque en un principio se pensó instalar en la desembocadura del Guadalhorce, finalmente se optó por la zona del balneario debido a que es el punto donde más cristalina está el agua mientras que en la desembocadora, la salida del cauce al mar enturbia el agua.

«[El agua] Tiene que ser clara porque tiene cámaras de vídeo para grabar en tiempo real y sensores para captar información de la vida marina que se puede producir alrededor de la boya. Está conectada para que mande información y vídeos en alta resolución al centro de Eye Watch», continúa Pedro Marín. Ese centro será el antiguo museo del Aula del Mar, en el que se los visitantes podrán ver imágenes en tiempo real y vivir experiencias inmersivas con gafas de realidad virtual sobre la rica biodiversidad del Mar de Alborán.

«La idea es que ese edificio sea un punto neurálgico donde la gente pueda ver en realidad virtual y en alta definición todos los procesos de biodiversidad marina, delfines, tortugas, peces... Y en la parte terrestre, todo lo que tiene que ver con las aves y los mamíferos que están en el Guadalhorce», continúa Marín.

Desembocadura

Precisamente la desembocadura del Guadalhorce es otro de los aspectos incluidos en el proyecto Life Watch y que contempla la creación de un corredor verde de casi 14 kilómetros en esta zona del límite oeste de Málaga.

Se trata de un proyecto que contempla una profunda regeneración del entorno natural del delta del Guadalhorce, donde se encuentra la pasarela peatonal que cruza el río, así como el Paraje Natural.

Esa recuperación pasa por una profunda limpieza de la desembocadura - es un punto de vertidos ilegales de escombros, muebles y otros residuos-, eliminación de especies invasoras, repoblaciones, medidas correctoras del ruido proveniente de las carreteras colindantes o su conexión con el Cerro del Villar, junto a Guadalmar.

El proyecto alcanza los 1,9 millones de euros. Según Marín, ahora se están licitando los diferentes contratos con el objetivo de que los trabajos puedan empezar después del verano.