Crónicas de la ciudad

Frases por desvelar de otro siglo en la calle Pito

Pese al acoso de nuestros borricos autóctonos, perviven en esta vandalizada calle pinturas murales en una casa del XVIII, entre ellas una enigmática inscripción

Una inscripción todavía sin descifrar en las alturas de la calle Pito.

Una inscripción todavía sin descifrar en las alturas de la calle Pito. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Quizás por su nombre, algo que no le ha ayudado mucho, la céntrica calle Pito siempre se la han tomado algunos como el pito del sereno. Una calle tan pequeña, estrecha y discreta sin embargo, a lo largo de los años ha sufrido el pertinaz acoso de nuestros convecinos los mamíferos, esos a los que les cubre la Seguridad Social no así el manto de la sensatez ni el de la sabiduría.

Una de las paredes de la calle, este mes.

Una de las paredes de la calle, este mes. / A.V.

La calle Pito siempre les ha importado un ídem, así que ha sido centro de reunión de homínidos malaguitas de todas las sensibilidades, también de quienes denigran las reivindicaciones de la mujer al convertirlas en parodia vandálica.

En cualquier caso, en la castigada calle Pito uno de los laterales ha sido limpiado y repintado y por el momento se libra de esta gripe de memez colectiva.

Y por ahora, quizás porque está muy alto y porque las cortas entendederas de estos zoquetes del spray son incapaces de detectar el valor histórico y artístico de algo, se libran del acoso unas palabras escritas con un propósito mucho más civilizador hace, quizás, no menos de tres siglos.

Porque pese al vandalismo, continúa en pie en la esquina de calle Pito con Beatas, 28, una gran casa de tras plantas que vivió tiempos mejores pero que, una vez rehabilitada, puede dejar al descubierto muchas sorpresas.

La imponente casa, en la esquina con calle Beatas.

El inmueble, en la esquina con calle Beatas. / A.V.

De hecho, basta una mera inspección visual para constatar que hay pinturas murales en la fachada de calle Pito, entre ellas elementos geométricos y hasta lo que parece una figura. Y en especial, llaman la atención en esas alturas, inalcanzables por ahora para el borrico autóctono, unas frases al pie de una ventana.

Esta sección ha contactado con el historiador Víctor Manuel Heredia, que ha investigado sobre este inmueble y sus pinturas.

Víctor llega a la conclusión de que, casi con total seguridad, estas palabras tienen algún significado religioso, aunque solamente pueden detectarse hasta ahora algunas palabras no muy claras.

Además, también apunta la posibilidad de que la actual ventana bajo la que se encuentra la inscripción fuera en el pasado una hornacina. De esta manera, cobraría sentido el que estas líneas fueran dirigidas a la imagen de ese posible altar callejero.

Ahora bien, ¿qué es lo que puede leerse?, pues quizás algo así como «Resolución de los...», pero hasta que no se elimine la cal que aún oculta buena parte de la inscripción y se recupere el esplendor que tuvo esta fachada no saldremos de dudas. 

Ojalá que este inmueble salga pronto del olvido y nuestros burros del aerosol se busquen otros andurriales donde seguir coceando el intelecto.

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