Ganadería

El último cabrero deja Churriana

El churrianero Juan García, de 50 años, ha tenido que marcharse a Cádiz ante la imposibilidad de alquilar terreno para sus cabras. Alerta de que la Sierra de Churriana es «un polvorín» con tanto forraje. Ciriana propone que el Ayuntamiento, con muchas hectáreas en la Sierra, arregle un cobertizo para que las cabras limpien el monte

El cabrero de Churriana Juan García (derecha) con el también cabrero José Céspedes, hace unos días en la Sierra de Churriana.

El cabrero de Churriana Juan García (derecha) con el también cabrero José Céspedes, hace unos días en la Sierra de Churriana. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Con cada nuevo incendio los expertos lamentan la falta de mantenimiento de los montes en España. Este mismo 2023, el churrianero Juan García, de 50 años, cabrero desde pequeño, ha cerrado definitivamente la puerta para ejercer su oficio en su tierra, harto de las trabas burocráticas y de la falta de apoyo al sector. 

Este vecino con casa en Churriana ha tenido que marcharse a vivir a Jimena de la Frontera (Cádiz) donde, explica, hay más respaldo a la ganadería caprina. 

La Sierra de Churriana pierde así una forma natural de mantener algo más en raya el peligroso exceso de forraje. «En Alhaurín de la Torre, sin los cabreros, en ese momento su monte empezó a criar mucha arboleda, mucho forraje y qué ha pasado, que ha ardido; con esto pasará lo mismo», advierte. 

Juan García es cabrero de vocación y recuerda: «Desde niño he estado dedicado a las cabras; me llevaban de pequeño a la escuela y me escapaba con los cabreros», por eso cuenta que cuando estaba cuidando de los animales, «si me encontraba un periódico me ponía a leer y así aprendí a leer, en el campo con el ganado». 

El último cabrero de Churriana

L. O.

 En los mejores tiempos, explica, durante más de una década llegó a tener 875 cabras en una nave acondicionada para ellas «pero como hicieron chalés, ya no podía estar». Juan recuerda que las pastoreaba por la sierra y a veces llegaba con ellas hasta el río Guadalhorce. 

Pero con las dificultades para encontrar un terreno que alquilar, el número bajó a 500 y finalmente vendió la mayoría y decidió probar suerte en Cádiz. 

Se trata de un negocio duro, que necesita mucha dedicación. Como detalla, el destino de su ganado es proporcionar leche, que se encarga de recoger una central lechera, «porque a las personas ya no se les puede vender como antiguamente» y también cabritos, que entrega a un matadero. 

Leche y cabritos

¿Qué gana un cabrero?, «mucha gente se cree que este es un oficio en el que no ganas nada y que estamos porque nos gusta, pero si hubiera más personas a las que les gustara el ganado, muchos no estarían sin saber dónde trabajar, porque el litro está a un euro», apunta. Como explica, una piara «medio en condiciones» puede dar 100 litros al día y a veces 250 litros, lo que ahora mismo se traduce en la misma cantidad en euros. 

Juan tiene en la actualidad 130 cabras, con acomodo en el pueblo gaditano, donde ha logrado encontrar una casa para vivir y terreno para sus animales, una finca cercada que ha alquilado y que permite que las cabras estén sueltas y sin peligro para nadie. 

Un rincón de la Sierra de Churriana

Un rincón de la Sierra de Churriana. / A.V.

«Llevo desde los 14 años con esto y aquí en Málaga no tienes facilidad ninguna, todo son impedimentos», confiesa por su parte el cabrero cordobés José Céspedes, vecino de Torremolinos de 30 años, que se ha asociado con Juan para llevar la explotación de Jimena de la Frontera, después de que el churrianero hiciera un último intento para mantener las cabras este mismo año en su tierra, esta vez con 80 ejemplares. En Jimena ya cuentan con 130. 

«Allí las cabras limpian el monte y por eso es muy raro que haya incendios», informa Juan García, al tiempo que recuerda que en Alozaina, el Ayuntamiento da una pequeña ayuda al ganadero «para que anden siempre por los cortafuegos o fincas colindantes a los cortafuegos», subraya. El veterano cabrero vuelve a advertir de que la Sierra de Churriana «lleva muchos años que no hay mantenimiento y aquello es un polvorín, cualquier día se pone a arder»

Cobertizo que Ciriana pide que se restaure.

Cobertizo que Ciriana pide que se restaure. / A.V.

Para la asociación ecologista Ciriana, el Ayuntamiento de Málaga debería aprovechar que es propietario de muchas hectáreas de la sierra para, cuando menos, rehabilitar un cobertizo de piedra que linda con el núcleo urbano, con los requisitos que exige la Junta de Andalucía para estas explotaciones. «El objetivo es que lo alquilara y que el ganadero pudiera ejercer su oficio y de paso, que podamos contar con ellos para limpiar el monte», propone Maricruz Torres, de Ciriana.

Respuesta municipal

El concejal de Churriana, José del Río informó el pasado jueves a este diario de que el distrito no había recibido noticias de Juan García «y si viene por aquí podemos hablar para ver cuál es la situación». 

En todo caso, el concejal consideró que se trata de un asunto muy complejo, pues hay numerosas exigencias normativas para tener una explotación caprina y en el caso de que el Ayuntamiento acondicionara un espacio para alquilar, «habría que sacarlo a concurso, no se puede adjudicar a dedo»

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