El Parque del Agua sube enteros con sus mejoras

El Ayuntamiento logró con gran éxito transformar la plaza de la Flores en un espacio de pago y eliminó cualquier resquicio de espacio público gratuito, con la salvedad del poyete de su arrinconada fuente. El resto, terrazas para la hostelería.  

En un lateral de la fuente, por cierto, una placa conmemorativa recuerda que exhibe los «únicos restos que se conservan de la fachada del Palacio de los Larios», destruido durante la Guerra Civil.

El caso es que no son los únicos restos. Quedan muchos mármoles de la casa palacio en el llamado Parque del Agua, junto al Camino del Colmenar y algunos de ellos, con pintadas zopencas, para no perder la tradición. 

El autor de estas líneas visitó esta zona verde a finales de junio para constatar una esperanzadora mejoría, porque este parque en cuesta era muy susceptible de sacar más puntuación, pues sólo contaba, como principal aliciente -aparte de las ignotas piedras de los Larios, sin ningún cartel explicativo como en la plaza de la Flores- con una espectacular escalinata que al firmante le evocaba la de Odesa en la película ‘El Acorazado Potemkin’, salvadas todas las distancias y revoluciones. 

La escalinata daba acceso a un campo de baloncesto bastante desmejorado al que sólo le faltaba la planta rodante de las películas del Oeste. 

Contaba este parque, eso sí, con un lateral pegado a los terrenos de la sede de Emasa que era un senda para audaces, un estrecho pasillo entre árboles que solía estar jalonado por todo tipo de basuras dejadas por los mastuerzos.

Ahora el Consistorio, con muy buen tino, ha transformado por completo esta trocha para zombis, que ha ampliado y ahora es un ancho camino de tierra separado de los pinos del parque por una valla de madera del estilo del Paseo de los Canadienses, no vaya a despeñarse el paseante. 

Además, la senda linda con una puerta metálica que da acceso a otro paseo mirador sobre los terrenos de Emasa y Fuente Olletas, que en el momento de la visita no estaba accesible. En cualquier caso, con esta actuación el Parque del Agua ha ganado enteros y no se puede olvidar el parque infantil que desde hace unos años acompaña en las alturas a la tristona pista de baloncesto. 

Para quien no quiera ni las escaleras ni la senda, tiene una suave cuesta escoltada por brachichiton y además se ha habilitado una salida/entrada mucho menos tenebrosa por la parte más alta del Camino del Colmenar. En resumen, acertadas mejoras que embellecen la zona verde y la convierten en más transitable. Felicidades.  

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