Cultura

Una exposición divulga en la plaza de la Marina las aportaciones a la ciencia de Nikola Tesla

La muestra, que organiza la Fundación 'La Caixa' bajo el nombre 'Nikola Tesla. El genio de la electricidad moderna' estará abierta desde el 16 de noviembre hasta el 12 de diciembre y es gratuita y totalmente accesible

Carolina Vergara

La plaza de la Marina acoge desde el jueves una exposición itinerante que acerca la figura de Nikola Tesla, un ingeniero visionario que hizo importantes aportes en la ciencia, más concretamente en el campo de la electricidad. La muestra, que se puede visitar de forma gratuita hasta el 12 de diciembre, forma parte del programa divulgativo de la Fundación 'La Caixa' y está pensada para todos los públicos, recuperando una figura clave en el uso actual de la electricidad, como explica el coordinador de la muestra 'Nikola Tesla. El genio de la electricidad moderna', Jordi Aloy, quien resalta que Tesla nació en un mundo que funcionaba por vapor y murió en un mundo de electrificación. En ello contribuyó el propio Tesla con sus aportes científicos, que conforman el mundo actual tal como lo conocemos.

La exposición sobre el científico serbio ha sido coproducida por la Fundación 'La Caixa' y el Museo Nikola Tesla de Belgrado. Esta asociación entre las dos instituciones ha permitido contar con el asesoramiento del museo, que ha enriquecido la exposición con documentación y contenido único. Esto es posible gracias a la labor de protección y divulgación que el Museo de Nikola Tesla lleva a cabo, que cuenta con el reconocimiento de la UNESCO. 

'Nikola Tesla. El genio de la electricidad moderna' es una exposición que sigue un hilo cronológico, que muestra de forma paralela sus aportes a la ciencia por un lado y su vida privada en otro. Además, se dan explicaciones sobre la física empleada en cada uno de sus inventos por medio de actividades interactivas. Esto permite que sea una experiencia asequible para todos los públicos, didáctica y divulgativa. “Queremos que tanto un experto como una familia con niños se sientan cómodos en esta exposición”, asegura el director Corporativo de Territorio y Centros Fundación "la Caixa", Rafael Fernando Chueca.

Exposición sobre Nikola Tesla en la plaza de la Marina

La muestra se puede visitar en la plaza de la Marina. / Álex Zea

Nikola Tesla, el amante de palomas

La exposición recorre desde el nacimiento del científico en 1856 en un pueblo del Imperio austrohúngaro, en la actual Croacia, hasta su muerte, arruinado en un hotel de Nueva York. La curiosidad de Tesla por la electricidad vino tras un entrañable episodio de su infancia. Con solo tres años se encontraba acariciando a su gato, cuando vio que al roce de su mano con el lomo del animal se producían unas pequeñas chispas eléctricas. Preguntó a su padre, un sacerdote ortodoxo, y este le explicó que se trataba del fenómeno de la electricidad.

Tesla fue siempre un hombre enfermizo, hipocondríaco y depresivo. Cultivó éxitos y fama gracias a sus aportes a la ciencia, lo que le valió una amistad con Thomas Edison y, más tarde, su enemistad. Esta “eterna lucha” entre los dos titanes de la electricidad culminó con la victoria de Tesla cuando, amparado por la compañía Westinghouse, consiguen aprovechar el salto de agua de las Cataratas del Niágara para suministrar energía suficiente a toda una ciudad.

Exposición sobre Nikola Tesla en la plaza de la Marina

Algunos de los inventos del científico serbio en la exposición. / Álex Zea

Los inventos de Tesla

En la exposición podremos encontrar todo tipo de artilugios que son los predecesores de inventos actuales. Como explica el coordinador Jordi Aloy, “la tecnología del momento no estaba preparada para producir los inventos de Tesla”. El inventor tanteaba incluso con un primer prototipo de internet en 1900. Todos los inventos expuestos cuentan con algún mecanismo que los hace interactivos, como el “primer mando a distancia de la historia”, una bombilla que no necesita estar conectada o el que se considera uno de sus inventos más conocidos; la bobina de Tesla.

Pero seguramente el invento que suscita más curiosidad de toda la exposición sea el “Rayo de la muerte”. Nikola Tesla la concibió como el arma definitiva que acabaría con todas las guerras. Realmente se trataba de una especie de proyectil cinético que lanza partículas en una dirección a mucha velocidad. Se desconoce si llegó a terminarla, y ante el temor de que esta arma pudiese desarrollarse, tras la muerte del científico el Gobierno de los Estados Unidos mandó a un estudiante del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) para investigarlo. Aquel estudiante fue John Trump, tío de Donald Trump, y alrededor de esa investigación surgieron todo tipo de teorías conspiranoicas, como la de que los Estados Unidos esconden este “rayo de la muerte” en el Área 51.

Más allá de las conspiraciones, la rivalidad con Edison y su supuesto enamoramiento con una paloma, Nikola Tesla fue una figura indispensable para el desarrollo de la ciencia. Un adelantado a su época y considerado por muchos el mayor inventor del siglo XX, que revolucionó la concepción de la electricidad.