La Bodeguilla

Entre el fuego amigo y todo tipo de guerras

Guerras internas y guerras externas. Guerras en público y guerras soterradas, guerras con el adversario político y hasta con el compañero de siglas. Guerras en la sede del partido y hasta en Fitur

El malagueño Josele Aguilar y Juan Espadas, el pasado viernes.

El malagueño Josele Aguilar y Juan Espadas, el pasado viernes. / EUROPA PRESS

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

La semana que hoy empieza deja atrás otra que rozó el ‘overbooking’ de variadas batallas y frentes abiertos en la política malagueña. Por haber, hubo ‘fuego amigo’ y todo tipo de guerras. Guerras internas y guerras externas. Guerras en público y guerras soterradas, guerras con el adversario político y hasta con el compañero de siglas. Guerras en la sede del partido y hasta en Fitur.

Sin ir más lejos, durante el acto de una ciudad malagueña en la feria madrileña quedó patente el enfrentamiento entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central -o sea, entre el PP y el PSOE- a cuenta de la desaladora prevista en la Axarquía. Los representantes malagueños de uno y otro partido no perdieron de vista la polémica -y así lo hacían ver en los corrillos- con la que los populares y los socialistas se acusaban mutuamente de no estar trabajando por el proyecto pese a la tenaz sequía. Es más, unos aseguraban que ya habían presentado toda la documentación necesaria al Ministerio de Transición Ecológica y otros informaron de que estaba incompleta.

El ascenso de Josele Aguilar

El ya de por sí caldeado patio interno del PSOE de Málaga ha encontrado estos últimos días otras variables. A la vez que afloran voces (o silencios) contra Dani Pérez y se especula con algún adelanto en el ciclo de congresos de Ferraz que situaría el cónclave malagueño dentro de un año aproximadamente, ha tenido lugar la reestructuración realizada por Juan Espadas en la ejecutiva regional. Y el ‘elegido’ en el PSOE de Málaga como una especie de ‘virrey’ en la nueva dirección andaluza ha sido el parlamentario Josele Aguilar, quien no se caracteriza precisamente por su afinidad a Dani Pérez. Cuando menos, el movimiento lanza el mensaje de que Espadas no se apoya sólo en la figura de Pérez dentro del socialismo malagueño. Y, además, que no hace caso a todo lo que le dice el líder provincial. Es un secreto a voces que a Pérez le hizo más ilusión el ascenso en la Ejecutiva Federal de Mari Nieves Ramírez que esta apuesta de Espadas por Aguilar para su cúpula.

Reunión entre polos opuestos

No sólo se repelen. Muy de vez en cuando, los polos opuestos de ese imán oportunista que viene a ser la clase política también se atraen. Hasta se sientan en la misma mesa aunque hace un par de meses pareciera poco menos que imposible. Y el símil no ha sido traído aquí, precisamente, por el encuentro que el PP de Málaga y el PSOE mantuvieron hace una semana. Que hay estampas aún más atípicas se comprobará este lunes. Para hoy está prevista una reunión entre la presidenta provincial de los populares, Patricia Navarro, y la coordinadora provincial de Izquierda Unida, Toni Morillas. La relación entre ambas formaciones también estaba ‘calentita’ desde que Morillas irrumpió en sus nuevas responsabilidades orgánicas situando «la agenda ultra del PP de Málaga» en el centro de su diana estratégica. Además, ella -que es la portavoz de la confluencia Con Málaga en el Ayuntamiento de la capital- fue acusada por el Gobierno municipal de Paco de la Torre de justificar el ataque terrorista de Hamás a Israel. Hasta pidieron su dimisión y, a partir de ahí, se desató una polémica ante la que Morillas no se achantó. Peleó hasta tal punto que desplegó una bandera gigante de Palestina en el edificio del Consistorio, a pesar de que no estaba permitido. Con estos antecedentes aún recientes, Morillas ha accedido a reunirse con Navarro en el marco de la iniciativa ‘Alianza por Málaga’, con la que el PP pretende unir a todos los partidos con representantes malagueños en las cortes madrileñas para atraer inversiones principalmente estatales para la provincia. Aunque no pierden de vista «el punto de encerrona» de esta reivindicación orientada al Gobierno central progresista, en IU han antepuesto la necesidad de colaborar con todo aquello que plantee una colaboración política para defender los intereses de los malagueños: «En estas cosas hay que estar», aseguran fuentes vinculadas a IU y Sumar. Resulta curioso que la organización de esta reunión entre el PP y la izquierda alternativa ha resultado mucho más fluida que la puesta en marcha de otro encuentro similar entre los populares y Vox. De hecho, el lunes pasado ya había una fecha para esta reunión entre el PP y Sumar pero, en cambio, en la dirección malagueña del partido de Santiago Abascal costaba reconocer que los populares se habían puesto en contacto con ellos. Sin ir más lejos, su presidente provincial, Antonio Sevilla, fue muy crítico con el PP cuando le ofreció esta ‘Alianza por Málaga’ al PSOE: «Así blanquea el PP de Málaga la traición de los diputados socialistas por el apoyo a los independentistas catalanes. El PP, una vez más, normaliza y pasa página. Luego te convocan a manifestarte un domingo con reguetón», afirmó Sevilla.

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