Opinión | Tribuna

Ensalada de izquierdas

Juan Espadas, durante un desayuno informativo.

Juan Espadas, durante un desayuno informativo. / Álex Zea

La necesidad hace curiosos compañeros de viaje. Este lunes se reunió -casi- toda la izquierda para preparar las elecciones andaluzas de 2026 y, de paso, hacerse la foto. El PSOE andaluz, en su deriva mientras espera renovar líder, va tejiendo alianzas para mostrarse vivo en medio de un ambiente casi fúnebre. El socialismo andaluz está pidiendo una transfusión de sangre para volver a asomar la cabeza. Mientras tanto, el secretario general de los socialistas andaluces, el senador Juan Espadas, se hizo una foto que dice mucho.

Casi sin bajarse del AVE, llegó a Sevilla para compartir primera fila con Toni Valero, de Izquierda Unida, y Nuria López, de CCOO. Hay una base de artificialidad en este movimiento que no acaba de encajar… A principios del trimestre, Espadas puso en marcha su gobierno en la sombra y ahora adereza una ensalada de izquierdas en la que faltaban dos ingredientes clave: Adelante Andalucía y la UGT. El PSOE andaluz se está entregando a tácticas desesperadas para imaginar un futuro necesario, pero sin bajar el balón y pensar en cuál es la verdadera estrategia que necesita para volver a tocar poder. Tener a Espadas en el Senado y repicando no puede salir bien, porque nunca en Andalucía se ganaron unas elecciones estando sentado en el vagón 1 del AVE Madrid-Sevilla.

Que se junte la izquierda es una buena noticia; si el PP no siente el aliento en el cuello de una alternativa es fácil que Moreno siga cómodamente en San Telmo. Se juntan, pero no se revuelven, y a la reunión del lunes la llamaron alianza ‘de ilusiones’; pero que nadie se ilusione con que el paraguas sea el mismo, cada uno seguirá presentando sus siglas y sus proyectos. Es decir, que esto y ná es lo mismo.

Y así parece que lo han interpretado los purasangre del andalucismo. En Adelante han preferido quedarse fuera de foco y ser, una vez más, los outsiders de la izquierda. Por lo que sea, no les seduce que el PSOE vuelva a gobernar en Andalucía. Para una formación que se presenta como independiente de la política de Madrid no suena muy bien que el referente de esta alianza lo sea a tiempo parcial.

Una ensalada de ilusiones en la que, llegado el momento de la verdad, habrá que depurar los ingredientes para que nadie se equivoque. Dar un paso al frente para después, dentro de año y medio, dar paso y medio atrás no parece una buena idea para ampliar una base social que devuelva al PSOE el gobierno andaluz. Las izquierdas en Andalucía nunca han sido un ejemplo de unidad, ni siquiera parece que lo vayan a ser en los momentos de mayor necesidad. Y, quién sabe si los vinagres de Adelante no acaban sacando tajada por no mancharse en el revuelto que han armado. En San Telmo parece que andan encantados con estos movimientos que no hacen más que desenfocar a Espadas, al PSOE andaluz y a la posible alternativa de izquierdas.