Cantera

Unicaja: la necesidad y la urgencia de tener un equipo LEB

La fuga de canteranos a Estados Unidos y la necesidad de darle más minutos y protagonismo a otros vuelve a plantear el dilema de tener un filial en categorías superiores a la Liga EBA

Los Guindos, una máquina de crear MVPs del Europeo sub-16

Guillermo del Pino, en la final del Campeonato de España cadete contra el Real Madrid.

Guillermo del Pino, en la final del Campeonato de España cadete contra el Real Madrid. / FEB

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

El Unicaja tiene un problema muy importante con su cantera, al margen de todo lo que está ocurriendo con los jóvenes y el baloncesto español. Dejando a un lado la marcha de los Aday Mara, Conrad Martínez o el propio Álvaro Folgueiras a las universidades de Estados Unidos, el asunto de raíz es otro muy distinto en Los Guindos: la ausencia de un equipo que permita dar a los canteranos un salto intermedio entre la Liga EBA y la Liga Endesa

No es un problema de ahora, sino que se lleva dando en Málaga desde que desapareciera el Clínicas Rincón. Desde entonces, nadie ha tenido ese ‘colchón’ intermedio del que sí dispusieron otros como el propio Alberto Díaz o el malagueño Pepe Pozas entre la cantera y el primer equipo. Aunque después den un paso hacia delante y necesiten una cesión a otro club de ACB, como vivió el capitán, que le trajo más hecho a nivel competitivo. 

Evidentemente, no es un dilema que ha aparecido este verano, ni mucho menos. Sin embargo, sí que varios nombres -y muy importantes- han vuelto a poner el tema sobre la mesa. El último de todos ellos ha sido Guillermo del Pino. Con él aún hay camino por recorrer porque tiene 16 años y ha jugado este año en cadete. No obstante, el MVP del Europeo sub-16 lo ha colocado en el foco del panorama nacional y el Unicaja necesita garantizarle un futuro con unos pasos muy marcados para que acabe siendo una promesa cajista y no de otro equipo.

Mario Saint-Supéry, ante el Bilbao Basket.

Mario Saint-Supéry, ante el Bilbao Basket. / ACBPHOTO/M.POZO

El que ya ha quemado todas las etapas es Mario Saint-Supéry. El malagueño ha pasado de competir con sus compañeros júniors a hacerlo contra el Limoges en la Basketball Champions League. Sin paso intermedio y mucho menos regularidad. Del todo a la nada. Es cierto que ha tenido un año muy bueno de entrenamientos con Ibon Navarro que le han permitido tener un increíble desarrollo físico, pero también es cierto que ahora necesita crecer en la pista. Por lo que el club se podría ver obligado a buscarle una cesión al no tener ningún equipo en LEB que le permita mejorar

Sin duda alguna son los dos grandes nombres de la cantera, pero ahora vienen por detrás Manu Trujillo, Hugo Vázquez, Pablo Jiménez, Miracle Bamadu, Baboucar Badji, Rubén Salas, Markus Moller y Mateo Casero para estar con el primer equipo en pretemporada. Y el caso es que algunos de ellos son muy buenos proyectos y se van a encontrar con la obligación en un futuro de dar un paso al lado.

Salidas

Un movimiento que este verano ya han realizado dos jugadores: Rubén Vicente y Rubén Salazar. El mallorquín, tras debutar este año en el Carpena y ganar la plata del Europeo sub-18 con Mario, se ha marchado a LEB Plata con el Clínica Ponferrada. Mientras que el malagueño ha decidido que su futuro continuará en Estados Unidos.

El malagueño Rubén Salazar se marcha a Estados Unidos.

El malagueño Rubén Salazar se marcha a Estados Unidos. / FEB

Un adiós por el que han optado ambos como tantos y tantos jugadores han tenido que decir adiós a la que había sido su casa al no tener garantizado un paso intermedio entre la cantera y el primer equipo. Una cuestión cada día más necesaria para formar todo el talento de Los Guindos y que puedan brillar en Málaga.