La Feria vista tras los ojos del Real

"La feria está para vivirla con alegría". Carmen, de 55 años, lo tiene claro. Luce un vestido de gitana a juego con una gran flor, y pasea con actitud rociera por las calles del Real. La Feria de Málaga 2023 está llegando a su fin, y los malagueños la siguen viviendo con la misma intensidad con la que empezaron. 

Haciendo un balance, para muchos "no hay nada que mejorar en la Feria", aunque si notan cambios positivos respecto al pasado año. "Se nota que está habiendo más seguridad. Hay más policía en todos lados y cuando hay algún altercado lo solucionan rápido", cuenta Marta, de 48 años, mientras se evade del calor con su gran abanico de lunares.

El calor es otros de los factores que han marcado el trascurso de la Feria. Sin embargo, para Trini (52 años), este año se ha notado más 'el fresquito'. "El año pasado hubo más terral, este por suerte ha sido menos caluroso. Además, hay más casetas con aire acondicionado, y se agradece bastante", expresa la malagueña, quien enseña con orgullo su Feria a su amiga que viene de visita a conocer esta festividad.

Pero no todo son mejoras, dentro de todo lo bueno, lo malo también se deja ver. Guillermo (26 años), afirma que se nota que han subido más los precios respecto al pasado año. "El año pasado y los anteriores a la pandemia daban más cerveza o tinto gratis. Este año invitan menos, y los precios de las bebidas han subido", cuenta el malagueño. "Esperábamos que subiesen los precios, porque todo está caro, pero tampoco han subido de manera exagerada", apunta su amigo.

Feria de Málaga 2023 I El baile a caballo en el Centro de Exhibición Ecuestre del Real

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Días de mayor afluencia

Para invitar y ofrecer ofertas están Chantal (22) y Paula (24), dos relaciones públicas de una de las casetas del Real, quienes han vivido cada día en primera persona el trascurso de la feria. "Ha venido muchísima gente. Sobre todo desde el sábado al martes, luego se ha empezado a notar menos afluencia, pero aún así seguía habiendo gente", explica Paula, sosteniendo un taco de tickets con ofertas de ''Tinto o Cerveza 1€". Su compañera Chantal cuenta que la 'hora punta' en la que la gente comienza a llenar el Real, es a las 17.30 o 18.00 horas, coincidiendo con la hora en la que la fiesta del centro da fin y muchos se trasladan al otro recinto. Ambas tienen que tratar con todo aquel que pasa por el Real, y están de acuerdo en que "hay muy buen ambiente" y "la gente es muy simpática".

Claudia (22 años), pasea junto a cinco amigas por una de las calles del Real. La joven malagueña cuenta que este año ha notado que la Feria de día ha mejorado respecto a otros. "Siempre he sido más de Feria de noche, pero este año me ha gustado más la de día, creo que hay mejor ambiente y se aprecia mejor la Feria", apunta Claudia, bajo la aprobación de sus compañeras.

Potenciar el Real

El ambiente propio de Feria es uno de los ingredientes que más sabor le dan al Real. Muchos de los malagueños y visitantes están de acuerdo en que "se aprecia de verdad lo que es una feria". "Hay que potenciar el Real, es la feria auténtica, la esencia de Málaga", expresa Alberto, de 27 años. Una idea que comparte Alfonso (70), quien considera que el Centro se está convirtiendo en un "gran botellón", y se está perdiendo cada año más el espíritu de feria que tenia cuando comenzó. Sin embargo, no todos los malagueños rechazan el Centro, también tiene sus fieles que valoran esta segunda opción en la Feria."El Centro es para pasarlo bien, y lo que diferencia a Málaga de otras ferias es la fiesta que hay ahí", explica Marta (48 años), en defensa de otro de los lugares emblemáticos de estas fechas.

Al debate de 'Centro o Real' se suma otro de los existentes cada año: ¿día o noche?. "Yo vengo siempre por la noche, hace menos calor, y hay más gente de mi edad", cuenta Paula, de 24 años. Otros, cuentan que son fieles a la de día: "el ambiente de día es mucho mejor, hay menos gente y se puede andar mejor y entrar sin colas a cualquier sitio", expresa Fernando, de 33 años.

Sea de día o de noche, la Feria es 'insuperable', según la califican un grupo de jóvenes quienes aseguran que no han 'pisado su casa' en estos últimos días. "La Feria es mi semana de libertad, después de dos años sin celebrarla la cogí con ganas, y este año más aún. Ya empiezo a estar cansada, pero aguanto lo último que queda, que esto es solo una vez al año", cuenta una de ellas, Celia, de 19 años.

El espíritu de Feria sigue estando, a dos días de poner el broche final a una jornada intensa, donde malagueños y visitantes se han abrazado a las ganas de fiesta.