Opinión | La Bodeguilla

Un 'Annus Horribilis' para Dani Pérez

El 28M empezó un auténtico 'annus horribilis' para el candidato a la alcaldía de Málaga y secretario general del PSOE, Dani Pérez

Dani Pérez y Juan Espadas, la semana pasada en la reunión de la Ejecutiva del PSOE de Málaga.

Dani Pérez y Juan Espadas, la semana pasada en la reunión de la Ejecutiva del PSOE de Málaga. / L. O.

Hoy es 27 de mayo. Y tal día como éste del año pasado discurrió la jornada de reflexión previa a las elecciones municipales. Entonces, era sábado. Ahora, es lunes. Y, doce meses después, a ciertos políticos les sigue rondando lo que sucedió el decisivo domingo electoral que deparó el 28 de mayo de 2023. Ese 28M, empezó un auténtico 'annus horribilis' para el candidato a la alcaldía de Málaga y secretario general del PSOE, Dani Pérez. Era su oportunidad para atenuar el batacazo con el que se estrenó como líder en las andaluzas, pero el desenlace ensanchó la herida hasta desangrarla. Dani Pérez fracasó en su segundo intento contra Paco de la Torre y hasta perdió dos concejales. Y a la mayoría absoluta del PP en la capital se sumaron varias goleadas más en las ciudades costasoleñas. Incluso, emergió el escenario inédito con el que los populares adelantaban a los socialistas por la derecha en zonas del ámbito rural que antaño controlaban, sobre todo en la Serranía de Ronda o Antequera.

La respuesta en las urnas dejó a los socialistas gobernando a un pírrico 7% de la población malagueña. Y a Dani Pérez le vinieron como redundante agua de mayo tanto la convocatoria automática de elecciones generales como la posterior resistencia estival de Pedro Sánchez. La política nacional le sirvió de escudo hasta que el PP redondeó la faena con la moción de censura que dejó a los socialistas sin su principal alcaldía malagueña: la de Miijas. La irrelevancia cosechada por el PSOE malagueño quedó tan al descubierto que, tras materializarse a mediados de noviembre la investidura de Sánchez, se empezó a airear la tensión. Y a exigir una reflexión interna que diversas sensibilidades siguen echando en falta en «la gestión personalista de Dani Pérez, que está cada vez más solo». A su vez, durante la Navidad se empezó a murmurar de forma soterrada que había que ir buscando a otro aspirante a la alcaldía de Málaga.

Juan Espadas, acompañado por Dani Pérez en su periplo por la provincia de Málaga de este martes.

Juan Espadas, acompañado por Dani Pérez en su periplo por la provincia de Málaga de este martes. / L. O.

Fiestas aguadas

Y, si se atiende a lo acontecido en los cinco meses que ya ha mostrado el almanaque de este 2024, las contadas oportunidades o alegrías que se le han presentado al núcleo duro de Dani Pérez han derivado en fiestas aguadas por realidades muy sintomáticas o determinados movimientos críticos. A mediados de enero, irrumpió la iniciativa Hablemos de Málaga con la que de forma anónima un grupo de militantes -casi medio centenar «con poder orgánico en algunos casos y de diversas agrupaciones y sensibilidades», según se presentaban en un comunicado- pedía la convocatoria inmediata de un congreso provincial extraordinario y las consiguientes primarias previas para relevar al líder provincial.

Aunque luego esta iniciativa no ha ido mucho más allá y buena parte del malestar existente sigue aflorando de puertas para adentro, el ataque se produjo aprovechando el inicio de una semana tan oportuna como la que desembocaría en una convención nacional convocada por Pedro Sánchez en Galicia. Y allí, en tiernas norteñas, sí que brotaron en petit comité las diferencias insalvables entre algún destacado exponente del socialismo malagueño y el propio Dani Pérez.

Aquel fin de semana, en suelo galego, el líder malagueño estaba especialmente contento porque una de las personas a las que él más ha promocionado -la alcaldable torroxeña y diputada Mari Nieves Ramírez- ascendía dentro de la Ejecutiva Federal para ser la Secretaria de Políticas Sociales. Pero la alegría sólo le duró a Pérez los pocos días que su ‘en teoría padrino’ Juan Espadas tardó en anunciar los cambios en su Ejecutiva Regional, y al entorno del secretario general le tocó una pedrea mínima con la inclusión como vocal de Economía de la parlamentaria Alicia Murillo. En cambio, Espadas apostó para la cúpula del PSOE andaluz por otro malagueño que no se caracteriza, precisamente, por hacerle de palmero a Pérez: el parlamentario andaluz Josele Aguilar.

De hecho, cuando ya ejercía como portavoz adjunto del aparato regional, Josele Aguilar se sinceró en una entrevista en La Opinión de Málaga y aseguró que «ni a Dani Pérez le puede gustar el rumbo del PSOE en la provincia». Aquello suscitó el consiguiente disgusto en el líder malagueño. Y Pérez, lejos de hacer autocrítica, se limitó a responder que respeta «todas las opiniones de todos los compañeros», a la vez que defendía su gestión provincial del partido y se postulaba para ser por tercera vez candidato a la alcaldía de Málaga en 2027.

El parlamentario malagueño y dirigente del PSOE de Andalucía Josele Aguilar.

El parlamentario malagueño y dirigente del PSOE de Andalucía Josele Aguilar. / ÁLEX ZEA

Malos ratos primaverales

Luego, en la primavera no han parado de florecer por goteo otros malos ratos orgánicos. El Miércoles Santo, se produjo otro caso de felicidad relativa. Pérez celebraba en Humilladero la recuperación de la alcaldía cuando fue registrada la moción de censura que a la postre tumbó al secretario general de Torremolinos, Antonio Navarro. El movimiento se hizo coincidir en el tiempo y aquello dio la idea de que en ciertas agrupaciones se están produciendo los ensayos del sector crítico contra una dirección provincial que los niega, y sólo ve a cada casuística local detrás de las revueltas internas.

Y con la nueva realidad iniciada en el socialismo tras los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez, a Dani Pérez se le han acumulado varios golpes más. Las cuatro renuncias que se han producido estas últimas semanas en su ejecutiva provincial salieron especialmente a la luz cuando trascendió que una de ellas era la de la exparlamentaria y antiguo valor emergente del susanismo Beatriz Rubiño. En un momento dulce como el instaurado por el triunfo electoral de Salvador Illa en Cataluña, Espadas tuvo que verse haciendo declaraciones sobre los líos de Málaga.

Porque, además, estaba totalmente incendiada la agrupación socialista más grande de la provincia, la de Vélez. Allí, otro de los grandes afines a Dani Pérez, el portavoz municipal y senador Víctor González, ha liderado una maniobra para poner fin al liderazgo del exalcalde Antonio Moreno Ferrer. Y a Pérez se le reprocha que, al permitirlo en fechas tan delicadas como la antesala de las elecciones europeas, le ha servido en bandeja el chiste fácil al PP de Málaga: «Si siguen así, los del PSOE de Málaga van a acabar teniendo más gestoras que gestores en la provincia», ironizó el secretario general de los populares, Jota Carmona.

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