Inseguridad vial

Una carretera ‘de muerte’ en Monte Dorado

Los vecinos llevan 18 años pidiendo aceras en 220 metros del Camino del Colmenar, que deben recorrer con gran riesgo físico. En 2014 la Junta ya autorizó la cesión gratuita del tramo al Ayuntamiento

Cuatro vecinos de Monte Dorado, el martes, en el peligroso tramo del Camino del Colmenar.

Cuatro vecinos de Monte Dorado, el martes, en el peligroso tramo del Camino del Colmenar. / Alex Zea

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Esta es una historia de supervivencia física frente a la burocracia. 18 años llevan los vecinos de Monte Dorado reclamando, hasta la fecha sin resultado, aceras y farolas para tan sólo 220 metros de la A-7000, el Camino del Colmenar, en el tramo entre las nuevas urbanizaciones de Olletas y el barrio de Monte Dorado. 

Sin aceras, iluminación, quitamiedos ni arcén, los vecinos se juegan la vida cada vez que recorren a pie esta carretera escoltada por sendas paredes de roca. 

La Opinión recorrió el martes, con un grupo de ellos, este sendero en el que cualquier despiste puede suponer un atropello pero también, un riesgo para los coches. «Mi vecino se metió con el coche dentro», cuenta José Luis, vecino de Monte Dorado, que señala una profunda zanja lateral para que baje el agua de lluvia, presente a los dos lados de esta estrecha carretera.

Dentro de la zanja es por donde caminan algunos vecinos para solventar con algo más de seguridad este peligrosísimo tramo, pero a veces no pueden avanzar porque está llena de piedras o bien de latas que arrojan por la ventanilla del coche los más incívicos. «Cuando estaba el Covid me venía andando por ahí y no podía», cuenta Remedios, otra vecina. 

La zanja para aguas pluviales no siempre sirve de refugio a los peatones, por la presencia de piedras y latas.

La zanja para aguas pluviales no siempre sirve de refugio a los peatones, por la presencia de piedras y latas. / Alex Zea

Una de las mayores preocupaciones la plantea María, otra vecina, que explica que la línea 37 de la EMT, que comunica el Centro con Monte Dorado, tiene como última salida las 9 de la noche «y por la noche hay mucha juventud y los niños vienen andado solos por aquí con 15, 16 años porque ya les gusta salir». En estos casos, apunta, en ocasiones son los padres los que deben bajar con el coche a por sus hijos. 

De cualquier forma, apunta Miguel Campos, otro vecino, cuando los peatones hacen uso al anochecer de esta carretera, emplean linternas para ver y sobre todo, para no ser atropellados.

«Esto es para verlo, tienes que andar por la carretera», explica José Luis, marido de Remedios, que también apunta que los ciclistas deben pedalear con cuidado si no quieren terminar dentro de la zanja. 

Otro grupo de peatones, en su mayoría jóvenes, en mitad del camino, a resguardo la zanja para el agua de lluvia.

Otro grupo de peatones, en su mayoría jóvenes, en mitad del camino, a resguardo en la zanja para el agua de lluvia. / La Opinión

Miguel Campos, por cierto, apunta como primera solución y la menos costosa, el cubrir con algún tipo de pasarela de hormigón la canaleta de pluviales para, por lo menos, tener ese espacio para los peatones mientras se realiza una actuación más ambiciosa que al retirar parte de la pared de roca permita instalar farolas «y arbolado», apunta. «La he medido y de la pared al extremo de la canaleta tiene metro y medio de ancho», propone.

Un daño colateral de la situación, añade Miguel Campos, es que unos restaurantes junto a Monte Dorado «a diez minutos a pie» se quedan sin que los clientes den un paseo hasta sus terrazas.

Por último, María aprovecha para reclamar una solución urgente: «Está muy mal lo que están haciendo con los vecinos. Que el Ayuntamiento mire por nosotros  porque los turistas, como haga tanto calor, no van a venir más», subraya. 

Pregunta en el Parlamento

Pero, ¿cuál es la situación administrativa de este peligroso tramo?. En 2005 los vecinos consultaron a la Junta de Andalucía, que en 2006 les informó de que era responsabilidad de la entonces Consejería de Obras Públicas y Transportes. Sin embargo, la Junta abría la puerta a ceder el tramo al Ayuntamiento de Málaga, al haberse convertido en travesía urbana. 

Los siguientes pasos los conocemos por una pregunta del Grupo Socialista en el Parlamento de Andalucía formulada hace dos años: En 2013 el Ayuntamiento solicitó a la actual Consejería de Fomento la cesión gratuita de este y otros tramos urbanos. Al año siguiente, el 4 de febrero de 2014, Fomento autorizó la cesión gratuita y envió ejemplares del acta de cesión al Consistorio para que los devolviera firmados y se materializara la cesión. La Junta no los recibió, informó. 

Vista del camino que le queda a los vecinos que van a pie, mientras los coches pasan a muy poca distancia.

Vista del camino que le queda a los vecinos que van a pie, mientras los coches pasan a muy poca distancia. / A.V.

Las últimas noticias que tienen los vecinos de Monte Dorado es que, en marzo de 2021, Fomento hizo un segundo intento y envió al Ayuntamiento tres ejemplares del acta de cesión, a la espera de que el Servicio de Carreteras de Fomento lo recibiera por fin firmado por parte de Urbanismo. 

«A día de hoy, no se ha recibido el Acta de Cesión firmada, único requisito necesario para hacer la cesión del tramo de carretera A-7000», informaba el Consejo de Gobierno autonómico el 21 de marzo de 2022. 

Una portavoz municipal informó ayer de que el asunto estaba siendo estudiado por técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo.